Mundo Pelusa.: noviembre 2013

Hola, nuevamente aquí con una gran fumada de locura que hiso que lograra terminar mi historia… Como saben pronto vendrán más, esta es una de tantas historias cortas que planeo publicar en mi próximo libro (que según yo publicare jajja).

Espero les agrade en la historia podrán ver imágenes de el actor que yo pondría como personaje principal si fuera directora jajaj( para que se deleiten); igualmente les aviso que no es apta para menores de edad o para personas cerradas de mente; la historia puede perderse en la mala redacción, ortografía y divagación, algo característico mío… Además que tiene una escenas un poquito fuertes si es muy débil de mente, sin más que agregar, me despido, cuídense, ciao:D

Esencia

(Personaje principal, valla no quiero nada jaja)

Dan las 7 am, suena mi alarma, es hora de levantarse, de hacer mis deberes…

Me ducho, desayuno, termino de comer y me lavo los dientes, me perfumo…

Ahora mi perfume huele a madera con toques de vainilla el favorito de Tom, lo único que conserve de ese maricon…

Porto una nueva prenda para ir a mi trabajo, es la mascada de seda de Paul, color rojo lava con tintes de negro, se que le hubiera encantado a ese rompe corazones de su amante…

Llego al trabajo… Efrén me saluda, me mira sorprendido… Me dice que esa mascada es muy afeminada, le contesto que es regalo de una novia y que la porto no por gusto, si no tan solo para no perderla…

Efrén ríe… Me contesta que me entiende, el sabe que las mujeres lo dominan todo…

En eso veo entrar a mi siguiente víctima, el es Leonardo, un joven arquitecto e ingeniero civil muy inteligente, perfeccionista, cautivador…

Su cabello es mediano oscuro, tez blanca, ojos negros, nariz picuda, labios medianos, delgados, complexión delgada, vestimenta clásica, exagerada un tanto nerd… Aquel rostro, no es tan perfecto como los anteriores, pero tiene la esencia que esta vez no me fallara…

Leonardo nunca pasa desapercibido, por más que quiera hacerlo, no puede dejar de brillar… A pesar de su extraño ser, de su timidez… El siempre lleva las mejores presentaciones, con explicaciones tan avanzadas, logra construcciones magnificas… El no debería estar trabajando aquí, pero es su miedo lo que lo retiene en un trabajo muy por debajo de su nivel… En el fondo, se que el al igual que yo, no se conoce…

¡Es porque ese rostro es mío!…

Ahora empieza la cuenta, debo vigilarle… Quedan tres semanas en que encontrare todos sus secretos, gustos, manías, amores, locuras…

Entonces sabré que efectivamente ahí se encontraba mi rostro…

Es la segunda semana vigilando a Leonardo… Un hombre sumamente meticuloso, perfeccionista…

Su vida social es muy escasa, se podría resumir en su madre y el…

Debería vivir solo, pero a un permanece viviendo en casa de su madre…

Coleccionando figuras, estructuras que remarquen su fascinación por la arquitectura.

No tiene padre, en el trabajo solo se relaciona para lo laboral; su carácter un tanto pedante hace que los otros no lo incluyan en su círculo social, el solo piensa en sacarle el mejor provecho a cada uno de sus proyectos, no lo hace con el fin de conseguir amistades, si no tan solo para enseñarles a los otros compañeros que están muy por debajo de su coeficiente intelectual y de su gran forma de ver la vida.

No le interesa llamar la atención, siempre camina encorvado, nervioso, con un caminar rápido…

La realidad es que Leonardo trabaja perfectamente para llenar el estándar que la sociedad le ha marcado, sin si quiera ponerle un alto, debatirlo… La atención llega siempre a este bicho raro y de un rostro no tan hermoso, pero con cuerpo atlético y una mente brillante por que los otros creen que el pone obstáculos en su camino, que él es un egocéntrico…

Pero a mitad de la semana comprendo que mi víctima no es un egocéntrico, solo un borrego, un humano que desea pasar desapercibido y la única forma que tuvo de evitar esas miradas es trascendiendo, logrando totalmente lo contrario, generando envidias y evadiendo sus pensamientos, su día a día. Enclaustrado en las actividades humanas muy comunes para otros y para él un verdadero arte del ocio disimulado y del éxito sin sentido.

Hasta ahora solo he encontrado razones que me obligan asesinarlo, arrancarle mi rostro…

Lo sigo el día jueves… A las 8pm sale de su casa, le inventa razones a su madre como si fuera un pequeño niño para poder salir.

Afuera de su casa está mi auto, no lo nota… El se mete a su coche un Camaro, de reciente modelo en color negro… Lo sigo disimuladamente, el camino va directo al centro de la ciudad, se para en una zona no apta para menores y entra a un bar de mujeres galantes, pero lo más curioso es que el bar no es el típico de teiboleras o prostitutas.

Hay una zona adentro donde solo entran unos cuantos hombres y pagan por prostitutas sadomasoquistas o comúnmente dominatrices… A un con todo lo que me he enterado, mi fascinación por Leonardo no se ha ido, ahora estoy seguro que en todo este tiempo había estado equivocado, perdiendo mi tiempo en rostros perfectos, en caracteres sociables dignos de una estrella de cine y no lograba ver la variedad, la increíble locura que habita en diferentes seres que salen del molde de la mercadotecnia y su estúpida publicidad.

Lo que pasa en el cuarto, no logro verlo… Para mi mala suerte, solo escucho los gritos… Luego de seguirlo a un motel de mala muerte e instalarme en el cuarto de ha lado de mi víctima, los sonido me inspiran hay mucho de Leonardo que pasara a ser parte de mi, cuando su rostro regrese a su dueño.

Al escuchar como esa mujer lo ordena, no puedo parar de reír dentro de mi mente; los golpes se escuchan… De pronto me pierdo en los laberintos de mi mente, donde ya no soy yo, ahora estoy con el rostro, con la esencia que me pertenece y estoy con esa mujer, viviendo las delicias de tenerla sobre mí, torturándome y a la vez haciéndome gritar de pasión…

Puedo escuchar al pobre de Leonardo llorar, luego reír, los golpes no paran de escucharse, una especie de latigazos se escuchan… ¡Estoy extasiado!…

Se terminan las cuatro horas que rento el cuarto, yo salgo una hora antes que él, lo que hace que pueda vigilarlo… Mi compañero sale del lugar con el ojo morado y el labio reventado… Riendo de placer a lado de su amante caótica, pareciera que está tomado, pero Leonardo no toma…

¿Quién pensaría que detrás de ese tímido, se encontraba un gran depravado?...

La ironía me hace sonreír…

Leonardo regresa a casa a la 1am, ya maquillado, para que su madre no se preocupe por él, a sus 29 años…

Dejo de vigilarlo por el día de hoy, la siguiente semana serán otros tres días para vigilarle y finalmente quitarle lo que me pertenece.

Pero esa misma noche decido ir por la mujer con la que se involucro… Mi imaginación no fue suficiente, necesitaba saber qué tipo de tortura le hizo pasar a mi víctima, para salir con tremenda sonrisa que jamás le volvería ver.

Rento a la sugerente Pamela, por otras cuatro horas, decido llevar vino, fresas y crema batida…

En el trayecto me da por preguntarle por mi víctima, la mujer obviamente me pide más dinero para otorgarme información confidencial de su cliente…

Descubro que Leonardo es cliente frecuente desde los 20 años… Que le encantaba que le pasara con tacones de aguja por encima de la espalda y de su zona intima…

Le fascinaba que lo amarraran y le pusiera una bozal en la boca, mientras lo insultaba, le daba latigazos, cachetadas, puñetazos y patadas; luego amarrado terminaba teniendo sexo con su cliente, para finalmente volverlo a golpear en la cara, luego que este terminara insultándola después de llegar al éxtasis.

Llegamos al hotel, observo el cuerpo de Pamela, su rostro hermoso, una mujer madura pero bien conservada…

Debo confesar que la idea que me maltratara, no era de mi estilo, pero tener cerca a esa mujer, me hipnotizo, deje de comportarme como el hombre con el rostro desapercibido y decidí sacar la esencia del trastornado de Leonardo…

Ver a esa mujer vestida de cuero, pasando con sus hermosos tacones en todo mi cuerpo, me produjo un dolor insoportable y la vez muy placentero…

La forma en que yo no podía hacer nada, mientras ella tomaba el control de la relación… Recorría mis venas en una explosión enferma y aquella Pamela no hacía otra cosa que disfrutarlo, mientras me perdía en las mieles de su cuerpo, de sus exquisitos maltratos… Descubrí el nirvana, un mundo nuevo para mí…

Le pedí el mismo ritual que le otorgaba a Leonardo, al final termine con el ojo morado y el labio reventado, el cuerpo totalmente adolorido y miles de chupetones, latigazos y pequeñas heridas por todo mi cuerpo.

Al final la insulte como lo hacía Leonardo… Y descubrí como es que terminaba con el ojo morado y el labio reventado… Salí con la sonrisa perfecta digna de mi próximo rostro, estaba tan feliz.

Pamela me dijo que Leonardo era un bebe en cuestión de masoquismo, al igual que yo…

Justo cuando le iba a pagar, me dijo que no lo necesitaba con un hombre tan atractivo como yo, me planto tremendo beso y me patio mis partes intimas.

En ese momento quise asesinarla pero no lo hice, no fue el golpe lo que me enfureció, si no su estúpido alago.

Mi rostro era tan patético, que me daba lastima, pero contuve mis pensamientos, con la esperanza de que la próxima semana, todo estuviera arreglado.

Fue el martes de la última semana, que mi victima saco a relucir su parte deplorable y lo enturbio todo…

Yo que creía que en aquel irreverente nerd se encontraría mi rostro, mi esencia…

Me halle con una paralizante realidad, en Leonardo solo estaba yo en mi estado patético.

Leonardo se quedo solo en casa, no salió de su recamara y tapado en sus cobijas se puso a llorar como una magdalena, lleno de rabia, por ser tanto y a la vez nada.

En el trabajo presento su prototipo para un prestigioso hotel, todo en su estructura era perfecto…

Todos le aplaudían, ya no había un galan pseudo intelectual, robándole lo que siempre había merecido….

Pero llego a su casa y me hallaba con un irreconocible Leonardo, que no paraba de llorar…

¿Qué era lo que atormentaba tanto a Leonardo?

Todo esto lo pensaba dentro de mi auto, mientras lo observaba con mi pequeña cámara posada en la esquina de su televisor.

Un nudo en la garganta, unas tremendas ganas de llorar, yo sentía el dolor de Leonardo…

Quería consolarlo, pero no serviría, sería hacer victima a quien no lo era…

Esa noche todo se salió de control, la furia me inundo nuevamente, aquel maldito lo había arruinado todo…

Yo no podía verme ahí, lo maravilloso, no podía ensuciarse con algo tan patético como las lagrimas por el hecho de ser….

¡Yo sé lo que era!... Entre a su casa sin que se percatara, entre a su recamara y le quite las cobijas, lo confronte, tenía un pasamontañas el no podía ver mi rostro…

Pero reconoció mi voz…

Desquiciado le dije que parara de llorar como un bebe, de hacerse la victima que ese no era el Leonardo, que ese no era mi rostro…

De pronto trastornado y gritando… Lo encare en su espejo, cuestionándolo; lo obligue a observarse y le dije que no lo vez eres una maldita estrella, ¿qué haces llorando?…

¿Que es lo que te duele?... ¿Que es lo que te falta?...

¡Que no lo vez, todo en ti es perfecto, solo eres tu el que no lo sabe!…

¿Dime que te falta, para no asesinarte?

El desgraciado de Leonardo no era una víctima dócil conmigo, entonces mas lo supe, aquel rostro se alejaba de mí, no era yo, era lo corrupto, lo deplorable, era…

-Me decía que asesinándolo le haría un favor, que tal vez era una estrella para la sociedad, para los de mente tan débil como la que él un tiempo fue, pero en realidad no había nada solo vida, solo muerte; solo instantes que se carcomían en la existencia…

Sus ojos estaban perdidos, comenzó a reír… Cuando acerque la navaja a su rostro, el hombre dejo de sonreír… Dijo mi nombre…

¿Por qué me haces esto Gabriel?

Me quite el pasamontañas y de golpe le conteste: ¡Por que puedo!... Luego corte su yugular, la sangre comenzó a escurrir, manchado su rostro, agonizaba…

Comencé a llorar, la respuesta la sabia… Aquel hombre era yo en otro cuerpo, descubrí sus diarios en su computadora, sus penas eran mis penas…

Era un lobo feroz y solitario en un mundo de corderos, de cebras y serpientes…

La soledad lo aniquilo, realmente yo no lo asesine, se asesinaba el constantemente al no debatir lo que los otros le dictaban, al querer pintarse las malditas rayas, ¡murió por la paz!…

Le quite la pena de vivir como yo lo hacía…

Con un incontrolable llanto, me descubrí…

Decidí poner mi música para limpiar las penas del incomprendido diamante de Leonardo…

La luz tenue, el silencio de Beethoven de Ernesto Cortázar, resonaba y gritaba el dolor de otro lobo solitario….

Misántropo disimulado, presa de su humanidad y de la tontería de no poder librarse de la convivencia de los otros, para no perecer en la rotunda y desolada locura…

Corte su rostro con sumo cuidado, lo arranque, mis manos llenas de sangre… Me fui a su espejo, su rostro lo posee en mi cara, sabía que no era el mío, lo hice como ritual para honrar su vida, su muerte…

¡La carente existencia, de vivir sin ningún sentido!...

Todo su intelecto ahora era mío, sus poses, su humildad a la hora de recibir los aplausos y no inmutarse…

El disfraz, ahora brillaba, ahora yo brillaba…

Lo quite de mi rostro, mis lagrimas no cesaban…

¿Por qué lo asesine?... Todo lo metí en una bolsa de plástico y salí huyendo despavorido de aquella casa, que no hacía otra cosa que recordarme a mí…

Fui aquel lote y aquella jauría de perros, alivio un poco mi pesar al no dejar ningún rastro de Leonardo…

Regrese a casa a las 4 de la mañana, esta vez no me presente a mi trabajo… La depresión de Leonardo me había azotado, su esencia se metió en lo más profundo de mí ser…

El pasado regreso a mi mente, los múltiples asesinatos buscando sin encontrar nunca mi anhelado rostro, el pesar de vivir siendo una bestia, un deplorable asesino que aniquilaba más por coraje, que por un fin…

El objetivo, el llegar a mi anhelado sueño de convertirme en un ser perfecto, en un ser normal estaba cada vez más alejado de mi… El respirar se me dificultaba, mi cuerpo me pesaba, la vida me asfixiaba…

Comencé a morderme la lengua, los labios para no llorar, para no sentir que desaparecía, que todo lo que había hecho era un increíble desperdicio de lo que más abundaba estando en vida… ¡Carente y desgraciada existencia!... Irracional, maldita, aniquiladora...

La semana paso y yo moría en mis pensamientos, en mi locura, en mi fracaso de mi recamara fría…

El viernes me hablo mi mejor amigo Efren, la calidez de su tono preocupado, me despertaron…

A un había algo por que seguir…

Siempre me había negado, el único hombre que me daría la normalidad de la que carecía, era el magnífico de Efrén, con sus enormes ojos azules, su nariz afilada, su boca mediana…

Cuerpo musculoso, actitud sincera, esencia magnética llena de cambios, de innovación de humildad…

Ya no tenía que vigilarlo, yo sabía todo de Efrén…

Lo conocía desde los 12 años, no había nada que me escondiera mi mejor amigo…

Decidí ir a su casa, para contarle todo lo que había pasado, para contarle mis odiseas, mis más deplorables perversiones, todo hecho con el único objetivo de aceptarme en un mundo donde no pertenecía…

Le diría con este tormento que ya no me dejaba levantarme, que necesitaba su sangre, que necesitaba su rostro, su esencia para vivir…

Que el ya había vivido como exitoso mucho tiempo, tomando un rostro que no le pertenecía…

Ahora le tocaba devolverlo a su verdadero dueño…

Toque la puerta de su casa atormentado, el me abrió de inmediato

Lo abrase…

Luego me senté en la silla de su cocina, estaba tan desesperado…

El empezó a contar que la policía fue a la empresa a investigar los asesinatos de dos compañeros de trabajo…

¡Quede en shock!... ¿Porque me decía esto con tanta delicadeza?…

Esperaba que me consolara y solo me avisaba descaradamente de los nuevos eventos del trabajo…Me quede quieto, mi mente voló a otro lugar…

Luego enojado, actué por inercia agarre el cuchillo mas próximo en la cocina y se lo enterré una y otra vez en el pecho con una gran fuerza…

La sangre salpicaba mi cara y yo sentía tanto alivio, ese maldito…

En el fondo siempre lo odie, yo siempre fui su sombra, la nada…

El tiempo se me había acabado, la policía ya sospechaba, tenía que huir…

No había huellas le decía a mi mente…

Saque el cuchillo pequeño de mi maleta azul…

Con sumo cuidado arranque su rostro…

Luego lo pose en mi rostro, fui al espejo más cercano…

Un ruido de gran estruendo se escucho eran las trompetas…

Eran las trompetas…

Unos caballos se escucharon…

Una luz majestuosa se poso en mi rostro, en mi cuerpo…

Ahí estaba yo por fin…

Gabriel… Efrén….

De pronto sentí como me desvanecía…

La puerta de la casa de Efrén se abrió, los policías la aventaron…

La policía grito mi nombre…

“Efrén está detenido por los asesinatos de “….

Caí en ese momento al suelo…. Me carcajeaba y retorcía de dolor, mientras los policías me esposaban, con la cara cortada, con la mente dañada…

Las trompetas sonaban cada vez más fuerte, los caballos se escuchaban cada vez tan cerca, una estaca atravesó mi corazón, una, otra y otra vez…

Me desangraba… La luz desaparecía, y solo en ese momento reconocí mi rostro sublime, ardiendo en el infierno de las Sentencias de Humo…

FIN

Sentencias de humo: Esencia Primera parte.

Sentencias de humo:Esencia segunda parte.

Sentencias de humo:La musa.

Sentencias de humo: Perverso primera parte.

Sentencia de humo:Perverso segunda parte.

Sentencia de humo: Luna.

Sentencias de humo: El imperio.