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viernes, 3 de enero de 2014

SENTENCIA DE HUMO: LUNA

Hola, nuevamente aquí con una historia corta, de el libro que según yo publicare jajajaj; ya hace rato que no hacía nada porque me quitaron la motivación pero las cosas pasan por algo y descubrí que con o sin motivación a mi me encanta escribir, aunque no sea muy correcta mi redacción, ni mi ortografía.
Yo amo escribir, lo disfruto tanto como la comida o la compañía de una linda mascota, creo que esas situaciones son las que más disfruto de la vida, lo de más es un espejismo. Y ya sin reflejarme les dejo la historia, al igual que la persona o actriz que si yo fuera directora la pondría como protagonista, pero la historia es tan corta, que no creo que aquí necesite una protagonista, ni hablar cuídense ,ciao:D

LUNA
(Personaje principal: Eva Green, valla no quiero nada jaja).

Shhss… Te decía en señas, mientras cortaba tu pecho, estaba justo en tu lado izquierdo… Estabas amordazado, solo veía tu mirada asustada… 

Llena de incontrolable terror, con un grito estremecedor que no podías saciar…

Mi mirada, mi expresión eran las de siempre… ¡No había ninguna!…

Yo quería sentir tu dolor, pero no lo sentía… 
Corte delicadamente tu pecho con mi sierra… Luego me pregunte: ¿se puede cortar delicadamente con una sierra?… Los gritos, los murmullos salían de tu boca, en un retumbar ahogado, tus ojos parecían salirse de su órbita…

Las manos amarradas trataban de defenderse, tu cuerpo temblaba por el colapso…

La sangre se esparcía sobre mi bata, sobre mi cara…

Ya no había corazón en ti…

¡Ahora eras como yo!

Tu sonrisa torcida se había escapado…

Luego agarre un cigarro, de esos que te encantaban y decidí quemar tus pupilas…

Penetro el cigarrillo con su fuego tan dulcemente…

Que supe cuanto te quería… Así herido, sangriento, disecado, totalmente muerto, sin ningún rastro de patética vida…

¡Así era como yo te quería!... Te habías metido tanto en mi mente, que resultabas ser un fastidio para vivir…

En ese momento lo supe, me descubrí, todo el tiempo había fingido… Estaba en el infierno en vida… 

Amándolos me adentraba al fuego para poder quemarme… ¡Arder y descontrolarme!… Salvarme y sentirlo… ¡Nuevamente sentirme!…. ¡Caballeros, ahí jamás encontraran algo!...

¿O sí? … Entrando a mi auto y después de arrojar el cadáver de mi amado a los cerdos… Me encontré con un catrín de ojos azules y cabello en picos…

El hombre que parecía un ángel, me miro fijamente con su mirada que se tornaba rojiza, se disponía a destrozarme por mis pecados…

Pero tomo mi mano y me abrazo…



¡Mis llamas no lo herían!... Una pasión prohibida nos inundo y enaltecí su paraíso con mi fuego infernal, perdonando mi vida y salvándome de la aniquiladora sentencia de humo que se disolvía en pequeñas ondas que nunca volveré a ver jamás.

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