Outfits de Felices Fiestas

lunes, 30 de junio de 2014

¡Ya no estoy para eso!…

Hola, nuevamente aquí, como de costumbre quejándome sé que no ayuda en nada pero liberas tensión…

Es por eso que planeo hacer de este título, ya una sección…

Esta vez le contara que el pasado fin de semana, decidí visitar un restaurant-bar con mis amigas, al aburrirnos del lugar, decidimos ir a otro antro cerca que ya hace mucho tiempo no visitábamos llamado  "La traicionera", el cual dejamos de visitar por que su música ya no nos agradaba, aparte que el lugar es muy chico y se atasca de gente.

El punto es que nos formamos en la mini fila y ya cuando toco nuestro turno el guardia no nos dejó entrar, el tipo gordo y feo con aire de ínfula dijo que teníamos que tener reservación, pues ya no había cupo.




Le dijo una de mis amigas que la teníamos, pues íbamos con un amigo que estaba dentro, pero el tipo no quiso dejarnos entrar, a pesar de que se acercó nuestro amigo a decirle que lo hiciera.

Para esto, antes de que este llegara, salieron cinco personas y le avisamos… A lo que el buen guardia con su lindo carácter nos respondio: “Ni aunque salieran cincuenta personas, las dejaría entrar”.

Luego ya llego nuestro amigo hablo con él, pero el hombre pelusa tenía una prepotencia y un poder que lo hacían volar más allá de los cielos, siendo un humano cucaracha, sin estudios, gordo y asqueroso. Decidimos irnos dignamente y decirle pues que bueno señor, igual su música es muy naca.

Ahora contare tiempo atrás, resulta que dicho antrillo en unos pasados dos años había abierto sus puertas nadie lo conocía y no se llenaba, comenzamos a ir y nos gustó por su barra libre de Ladies Night.

Luego comenzamos a darle publicidad gratis y con el tiempo, vimos que aquel barecillo cambiaba su música, se atascaba cada vez más de gente con un lugar sumamente pequeño y el servicio dejo de tener calidad, para convertirse en pésimo.

Los meseros cobraban de más por traerte menos bebidas que en el pasado, lo cual dejo de convenirnos y decidimos dejarlo, pero esta vez que regresamos fue tan solo por ese amigo.

Ya antes me había pasado en otro antro, la excusa que no traíamos tacones o no estábamos arregladas como modelos… A ese, decidimos volver por orgullo y ya nos dejaron entrar y al final no era para tanto. 


Regresando a la experiencia del pasado antro con el guardia maldito... Claro que nunca regresare, si regreso, seria para mentarle la madre bien y bonito a ese guardia… Luego recordé que esa vez una amiga y yo no traíamos tacones, ni vestido pero no íbamos mal, digo para que nos discriminara.
 

Y es que gran parte del que el mundo sea una mierda es que uno les da puestos de poder a personas que no lo merecen, a gente pelusa, a gente ignorante o simplemente personas que no conocen los valores, que la última es la más importante.

Yo sé que para muchos ser un guardia o una secretaria son puesto de baja categoría y sin embargo a la hora de hacer tramites o querer pasar a un lugar, esta gente es la que más trabas te pone, al ver su posición sea la descrita u otras, a muchas personas se les sube y olvidan que la vida es una rueda de la fortuna donde a veces estas arriba y otras abajo.
El guardia pudo no dejarnos pasar y contestar de una manera que no fuera grosera, pero el tipo se le había subido el poder, como muchos mugres guardias que trabajan en antros pequeños donde abundan jóvenes fresas o son los antros de moda en los lugares nice.

Ya he visitado varios antros, pero ya han dejado de ser lo que eran antes, es decir para bailar, para convertirse en sitios donde solo vas a escuchar música y a tomar. Digo está bien, tiene que a ver de los dos tipos, solo que los que les describo lo han inundado ya todo en mi Ciudad.

Y es asfixiante tener que ir a lugares donde las personas no bailan, solo posan, siguen un papel de diversión… Se dan ínfulas de grandeza, se resisten hacer escándalo en lugares diseñados para ese fin, realmente es una tontería.

Luego aguantar a pinches guardias barrigudos, feos y prepotentes con meseros tranzas y estacionamientos que no son suyos cobrados como si fuera valet parking, también es una tontería.

Por lo descrito y porque tal vez como ya lo dije antes, la edad me está llegando y ya prefiero los buenos tratos o si me van a humillar, que sea en lugares que de verdad valgan la pena (igual nada vale un mal trato jaja).

He decidido que no hay nada mejor como ir a los lugares que ya conoces, que son modestos, pero que te la pasas bien, que encuentras lo que te gusta, que puedes caminar y bailar libremente, por esto y por todo: ¡Yo ya no estoy para eso!.

Aparte que no todo lo que brilla es oro... Al final terminamos regresando al restaurant-bar, donde nos aburrimos ya viéndolo de otra manera, es decir valorando su buen trato jajaj. Sin más que agregar, que intrascendencia me despido, cuídense, ciao:D

Imágenes tomadas de la red.

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