Espejos malditos, me guían, me descubren…
Relucen lo que deseo olvidar…
¿A quién irle?…
Solo juegan, ningún espejo es mi pasado.
Ninguno reluce la verdad, todo está enmarañado.
Ella no era mi creadora… Se quejaba de él y ahora sigue adorándolo.
Su descendiente, no mi Luna, lo defiende y sigue sus pasos.
Y lo apoya hasta en sus parodias a lo que enjuicia y condena por producirle ñañaras.
Me han decepcionado, pero me hizo entender que no debo defender espejos, todos están rotos.
La otra si es una oportunista, pero también aguanto por el maldito oro, sin embargo, no merece lo que paso…
Solo tuvo pobreza mental…
Y él no es el que debe pagar y a la vez debe pagarlo todo… Se asemeje tanto a él.
Los verdaderos hombres no son unos cobardes, los verdaderos hombres no torturan…
Los verdaderos hombres dan explicaciones de sus actos si estos son verdaderos o son falsos, los encaran…
El que nada debe, nada teme.
Tú no eres un hombre, eres un maldito, te escondes bajo faldas y lastimas, porque así crees engrandecerte y solo huyes de ti, de tu verdad.
Esa que siempre castigas en ellas.
Ellas siempre los verdugos.
Tú mismo circo te delata, si se analiza tu pasado, ahí está la evidencia…
La gente defiende conceptos estereotipados, belleza y no puede ver más allá del papel brillante en deterioro.
Y ahora los que se quejaban, los que abandono, perdonan al tirano.
No seguiré mas espejos, de un perfecto teatro monetario, donde ninguno tiene clase y todos se confabulan, para seguir tragando manzanas de oro.
El circo de las putas con tacones rojos.
Cada quien hace de su vida un papalote…
Cada quien lleva sus acciones como desea…
Y la ley de la vida, sabe si las condena o no.
Cada hombre sabe si actuar con evolución o ser otro más del montón de mierda.
Es el ocio hablando nuevamente, gastando el tiempo en intrascendencias, reluciendo el pasado y jugándome una mala broma.
Necesita volver al sistema erróneo.
Ninguno pasado, son algo más torcido y macabro…
Me aburro… No caire en la trampa, ahora soy libre, ahora soy libre, ya no hay nada que defender…
Tropecé nuevamente, pero me volveré a levantar…
No reviviré, lo que ya paso.
Perdí mi tiempo, solo me ocupare del presente propio.
Todos son una burda estafa, escalofriante y al final cada quien vive como le da la gana.
FIN.
Escrito Cecy Gutiérrez, todos los derechos reservados.
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