El viento helado le calaba hasta los huesos aquel informante…
Nadie podía negarlo…
Esos desgraciados estaban manipulando mentalmente a las personas, ordenándolas hacer cosas que no les agradaban, violaban mujeres, metían sueños de tortura a sus cabezas producidos por ellos.
Haciéndolos pasar por pesadillas comunes, tan solo revelaran su siguiente film con efectos producidos por aquella industria enferma, que ahora enaltecía o favorecían a la mitad de los que adoraban y ambicionan el dominio.
Movían los dedos a su antojo de los dominados, querían hacerlos enloquecer, creer que se trataba de algo paranormal, satánico, pero el informante y muchos de los huéspedes con los que experimentaban a lo lejos lo sabían.
Y todos negaban las pruebas y a estos huéspedes los trataban de aislar del sistema para seguir teniéndolos como esclavos a su merced.
O bien, el método solo era aplicado a personas a los que no les gustaba su tiranía, nos vigilaban con el NOM, millones de productos de casa y para comer con la marca.
Y lo habían hecho desde hace años
Se ponían mascaras de algún famoso o eran esas mismas personas, se metían dentro de la mente del controlado como queriendo arrancar su rostro, dominar su cuerpo por completo.
Era por eso que ese mesías decía que no adoráramos ídolos o falsos profetas, en realidad ellos lo cambiaron todo en sus nuevas biblias.
Aquel mortal torturado, que si uno resumiera su historia descubriría que solo se trató de un ser humano rebelde que se opuso al sistema y que fue masacrado como tantos.
Estos trataban de tomar cuerpos que no eran suyos para vivir otras vidas o de crear una nueva diversión a expensa de los torturados.
Pero no eran criaturas de otros mundos, eran los mismos humanos enfermos que gobernaban y que ya no les importaba el dinero solo el dominio cada vez más en regla de la humanidad.
Y todo lo transmitían las antenas u otro tipo de tecnología con inteligencia artificial o nanobots de la que no gustaban hablar abiertamente, que controlaba la mente de los hombres y que comenzaría a llegar a niveles aterradores.
Y la gente se reía de los que hablaban de estos temas, aquellos que lo decían eran tachados de locos esquizofrénicos, drogados (aunque no consumieran).
Las películas que producía aquella industria enferma estaba repleta de mensajes explícitos de próximos ataques, de tecnología con la que ya contaban, de la maldita guerra y el dominio que no ha terminado por siglos.
De mil temas que mucho creerían que son ficción y son reales, pero era precisamente lo que deseaban ponerte la realidad en una película de lo que está pasando, para que pienses que es falso.
No es que todos los de esa industria estuvieran dentro, enfocados en transmitir lavados mentales torcidos y no todas las películas reflejaban la realidad, pero si la mayoría.
Yo podía ver como la matrix, la realidad se les diluía a aquellos con los que experimentaban.
Y aquellos huéspedes esclavizados se veían a sí mismos y ya no eran ellos, ahora eran marionetas y de ratos les pasan cortos mentales caminando como si fueran figuras creadas en stop motion, su visión cada vez más borrosa y las personas con las que hablaban de ratos ya no eran ellos, se esfumaba su tangibilidad, era como si fueran hologramas, sombras y aquel huésped que cualquier conspiranoico diría que ya había despertado, descubriera al fin que solo era un estúpido personaje más en un siniestro juego que movían otros por fuera.
Aquellos miserables psicópatas enfermos que de niños fueron violados y torturados y que ahora se desquitaban con los otros, en un ciclo repetitivo que no paraba.
Deseaban enloquecer tanto a sus huspedes, pues no habían descubierto al parecer el sentido a sus vidas y también tachaban de estúpidos a sus víctimas, pensando que nunca notarían la realidad que se quedarían ahí creyendo en que realmente fue Satanás, un espíritu maligno o extraterrestres lo que trataban de dominarlos.
Que la visión borrosa, el verse como muñecas/os de marionetas, el stop motion o el meter extraños famosos dentro de sus psiqui, además de crearles hologramas de medusas, cucarachas o arañas los harían creer que efectivamente todo era producto de seres interestelares.
Pero daban lastima a un con sus torturas, ellos lo sabían, eran ellos…
A un que trabaran sus cerebros…
Los drogaban con medicamentos prescritos por esos médicos que supuestamente les ayudarían, por esas farmacéuticas que solo deseaba más consumidores, más ganancias.
En realidad, era todo un sistema para enloquecer personas, controlar y ganar dinero, construido a beneficio de los come dinero, de los pobres diablos que lo tienen todo y no tienen nada, que les servía para acallar voces de gritos desesperados.
Muchos de estos pobres seres mueren y nunca nadie supo su dolor, lo que más indignación da es saber es que esto es solo una parte del control, que a todos los han sellado como vacas y que de todos sacan alguna ganancia.
El viento helado recorre los huesos de aquel informante que escribe esta carta queriendo abrir mentes, queriendo salvarse de lo insalvable.
FIN
2 comentarios:
Me ha enganchado esta historia, es genial! Y quizás soy una conspiranoica pero esta historia tiene muchos puntos que se me hacen reales o al menos, posibles.
Un beso!
Si eso hacen, pero lo pongo como ficción en algunas historias porque sé que nadie lo va creer, aunque eso no quiere decir que todas las historias que escrito en Conspiranoicos sean ciertas, son algunas hipótesis, otras verdades y otras mentiras o mezclas. Muchas gracias por comentar, ya sabes que me encanta tu blog:D
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