Hola, nuevamente regreso con otra historia para añadirse a la recopilación de historias que estoy haciendo llamada “Conspiranoicos”.
Esta vez no habla sobre lo que debería jajaj, si no es solo una idea extraña que yo creo similares a una Conspiranoia, espero les agrade, cuídense, ciao:D
Retorno.
Siento un poco los pinchazos en mis venas y entonces lo comprendo, he regresado a la vida…
Mi intento de morir ha fallo otra vez…
En eso una idea extraña, atraviesa mi mente loca… Y me pregunto: ¿Qué pasaría si en realidad nunca muriéramos?, yo sé, que lo que acabo de decir es algo muy estúpido.
Pero tengo mi teoría, una teoría escalofriante, una teoría que atraviesa muchas realidades, es decir, talvez muramos en una, y despertemos en otra en el mismo momento sin que nos percatemos de nada…
Talvez, aquel viernes que decidí tomar todas esas pastillas, realmente yo morí en otra realidad, en una realidad donde me han llorado, donde me han velado, me han enterrado y pronto, después de tiempo, me abran de olvidar.
Pero yo no he sentido nada, es decir, la persona que muere nunca lo nota, solo atraviesa su alma, su cuerpo otra realidad…
Y aquellos momentos peligrosos, donde resultamos por una extraña razón con vida, realmente no son milagros, son como una especie de eternos retornos como los describía Nietzsche en Zaratustra.
Pero no los percatamos, pues seguimos en la misma realidad.
Vivos, cuando no deberíamos estarlo… Se nos dan tantas oportunidades para aprender algo de este maldito infierno o bien, para poder seguir tragando de nosotros, para seguir jugando con nosotros.
He muerto yo losé, morí en alguna realidad, pero estoy aquí, otra vez…
He muerto tantas veces…
Mi teoría sobre la muerte, comienza a frustrarme…
Quiero salir de esta cárcel, estoy harto de vivir…
Estoy harto de lo absurdo del sistema en este mundo, de los enigmas, de todos los conceptos que quieren meternos y siempre resultan ser mentira…
Estoy harto de mi cansancio crónico, de mis dolores, de mis enfermedades…
De la tragedia…
En sí, estoy harto de vivir en un monumento cruel forjado por mentiras.
De pedir cosas bonitas a un dios, para que me responda con tontería…Con hechos totalmente contrarios a lo que le pedía.
¡Iluso, no existe dios!, lose…
Pero al menos el universo debería responder mis plegarias, es decir el todo que va más allá de un puto universo,
Y si la vida es como un programa, como una computadora, entonces debería responder mis órdenes, pero no lo hace, o yo no sé cómo configurarla correctamente para que lo haga, para que respondan mis drivers…
O me hacen falta, rio por dentro…
El no hallar una solución a esta tragicomedia, es lo que me llevo al suicidio…
Y no funciono, me ha dado otra oportunidad, otra oportunidad para morir por dentro nuevamente.
Una oportunidad que yo no le pedí y no le importo.
Un enfermero me trae el desayuno, al cuarto día de estar en aquel hospital, me dice que coma…
Yo finjo no escucharlo, pero lo vuelve a repetir, termino cediendo…
Saboreando aquella comida insípida… Saldré de aquí y volveré a la vida, vendrán cosas buenas, cosas malas, absurdos, como siempre…
Nada tiene sentido, espero que para alguien si…
Luego, vuelvo a pensar en mi teoría sobre la muerte, me pregunto cuando acabara… Creo que se cuándo, no lo digo…
A un me necesita alguien supongo, por eso sigo con vida…
Se me cruzan otras ideas que la alimentan, tipo la película de Donnie Darko, pienso que talvez yo salí vivo, pero otros afectados…
Rio por dentro…
Dejo de alimentar aquella teoría extraña, con un toque de eterno retorno u otras estupideces que se he visto o leído en algún otra parte.
Familiares, amigos y conocidos me visitan, piden por mí, platican conmigo…
Y ahora que estoy fuera del hospital, que me he “recuperado” entre comillas, vuelvo aquel momento…
Y no, yo ya no recuerdo que hable con ellos, ni si quiera recuerdo cuando salí de aquel hospital y llegue a mi casa…
Todo es tan extraño aquí…
Mi teoría se disuelve, pero nace otra…
Me la reservo, se en el fondo que otra vez yo me quede ahí dentro, aquí…
Hago mi usual media sonrisa, totalmente frustrado….
Recuerdo aquel pequeño lapso muerto, aquello experiencia que yo llamo la verdadera libertad y que sin embargo termino, para volver nuevamente.
No, no había paraíso… No, no había infierno…
No, no había túnel, ni si quiera estaba un dios…
¡No había nada!…
Nada de esas tonterías que cuentan…
Solo libertad y descanso, sin ningún aliento de vida.
Inundado en mis pensamientos, susurró: ¡Algún día!
Fin
Historia creación de Cecy Gutiérrez, todos los derechos reservados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario