domingo, 12 de julio de 2015

“Conspiranoicos: La sirena muerta”.


Hola, nuevamente aquí trayéndoles la siguiente historia del otro libro o ebook que estoy formando al menos aquí, es decir “Conspiranoicos”.

Aunque la historia siguiente sale un poco del usual estilo que estaba escribiendo, sigue teniendo ese aire paranormal o tétrico de la historia.

He de decirles, saliendo un poco del tema, que la escribir escuchando a Pink Floyd, el cual me inspiro como una droga auditiva jajajaj. Espero les agrade la historia, como siempre prevalece mi falta de ortografía y en si mi estilo, cuídense, ciao:D




La sirena muerta.


Fue un viaje de siete meses… Yo Fabián un excéntrico millonario, dispuesto a lograr mi sueño de años….

Buscar la verdad detrás de la mitología de las Sirenas y como es que millones de piratas o navegantes por siglos y en algún momento decían verlas….

Deseaba encontrar un ser vivo o algún vestigio que corroborara su existencia… Quería sacarle el verdadero jugo a la vida, es decir lo increíble, lo fantástico que por años escuche de niño entre tantos seres de fábula, de leyenda.

No quería morir sin por lo menos arrancarle a la vida el aburrimiento cotidiano, la fauna conocida.

Fue así que me jubile de aquella empresa donde trabaja más por hobby que por necesidad y me despedí de Sofía mi Manager.

Aquella única mujer que había aguantado mis desplantes de jefe, de divo y de la que creía estar enamorado a mis 49 años, luego de tener una vida llena de desastres con mis anteriores relaciones amorosas.

Ingenuamente me acerque a ella por última vez, le dije sin rodeos que se libraría de mi por fin…

Y que sin embargo, yo la extrañaría tanto…

Ella no me miro, solo respondió en seco con su carácter frió, sincero y calculador, que ella no lo haría.

Después desapareció como un autómata sin sentimientos entre la multitud de la fiesta…

¿Y cómo culparla?... Había sido un jefe demasiado caprichoso, demandante, ridículo e insoportable que difícilmente me extrañaría… Menos con mi vejes encima y kilos extras, más bien respiraría lejos de mí por fin.

Olvide lo ocurrido y compre un jate con gran parte de mi dinero…. Y decidí llevar la menor tropa en mi barco porque aparte de todo era tacaño y aventurero.

Es decir tan solo dos capitanes rubios como el maldito sol, un chef para mis comidas, dos buceadores expertos, dos biólogos marinos, un camarógrafo y un entrevistador e investigador del tema…

Así conocí a mi Chef, el joven Kali… El primer capitán al mando el señor León y el segundo, el joven Aldo.

Los dos buceadores Mario y Julián y yo Fabián.

Raúl y Adrián los biólogos marinos.

Y los dos entrevistadores y camarógrafos… Martin y Poncho.

Éramos puros hombres, ninguna mujer, todo con el fin de no caer en tentaciones, ni errores.

Zarpamos del puerto de Cancún, México a la 1pm de la tarde con dirección a Japón…

El viaje directo duraría 7 semanas, pero los intervalos a otros puertos, los buceos e investigaciones en lo profundo de mar, prolongarían el tiempo.

El viaje aproximadamente duraría 7 meses.

Llegamos al décimo día a Puerto Rico y bajamos dispuesto a recolectar historias de pescadores, de aldeanos o ancianos navegantes que hubieran pasado gran parte de su vida en el mar…

Las anécdotas eran ridículas, las historias totalmente parecidas… Ellos nos describían la trama fantasiosa de cuentos y películas sin variaciones… Y viéndonos a la cara, como jugando con nosotros, como creyéndonos idiotas.

Otros tan solo se burlaban, eran imposible para ellos ver más allá de sus narices…

Salimos de Puerto Rico y nos encontramos con que en los demás puertos o lugares visitados, la historia era la misma…

Algunos navegantes o biólogos decían escuchar sus cantos… Otros verlas descansar entre las rocas de los acantilados que daban islas, con su parte superior imponente, exactamente a la de una mujer…

Cinco buceadores las encontraron descuidadamente en el mar profundo y al observarlas se perdían velozmente.

Aldeanos afirmaban tener sus esqueletos que comprobaban su existencia irrefutable -según ellos- … En realidad tan solo se trataba de muñecos de cera o hule, o de torsos de monos cosidos a colas de pez.


Después de escuchar varias historias similares, los entrevistados concordaban que encontraban a las Sirenas luego de varios meses en el mar…

Lo que siendo razonables, podía ser producto de alucinaciones y navegar tanto tiempos solos entre puros hombres deseosos.

Mi mente a pesar de querer encontrar lo increíble, seguía escéptica a su existencia…

Después de arduos trabajos de investigación a manos de todo mi equipo y varios días navegando, llegamos al Océano Indico cerca de Madagascar.

Fue la primera vez que hicimos un viaje a profundidad por medio de drones.

Pero para mí lamento no encontramos nada, ni los tres meses en el mismo sitio nos ayudaron a encontrar algo en aquel lugar donde muchos decían ver Sirenas.

En el trayecto de mi viaje, lejos de toda la investigación… Logre forjar lazos de amistad con el capitán León, al igual que con el Cheff Kali.

Y en mis noches de urgencias después de varios días sin estar con una mujer... Desesperado y deseoso, decidía arrancarme las ganas, encerrándome en mi camarote…

Ahí me masturbaba con el único recuerdo de la última mujer que creía amar, es decir mi manager Sofía.

A mi mente llegaba aquel recuerdo hiriente de mi jubilación en que me despedía de ella… Le decía que la extrañaría y ella me contestaba tajantemente que ella no lo haría…

Su recuerdo persistente, revivía mis noches en éxtasis sin una maldita lógica…

Porque sin pensar en otro tipo de mujeres desnudas, solo pensaba en su cruel negativa, en su ser cruel y frió.

Lo días pasaron y más sucesos extraños e irracionales empezaron a ocurrirle a mis otros acompañantes…

Así mientras el chef cocinaba cada día el mismo platillo insípido, el desgraciado nos contaba de su chica Leonora…

De cómo era la mujer perfecta… Como tenía un lindo trasero, preciosos senos, inteligencia escalofriante, entre otros mil detalles que al pasar los cuatro meses comenzaron a perturbarme, tanto al capitán León como a mí.

Juro por dios que cada día que pasaba, exageraba más las cualidades de Leonora… Ella era tan perfecta que comenzaba asemejarse a un ser humano increíble y mitológico, semejante a las sirenas, siendo una humana común.

Cada día al describirla, le aumentaba una talla más a su sostén o sus caderas y su cintura se estrechaba exquisitamente…

Lo peor es que con el paso del tiempo, la belleza castaña de Leonora empezó a mutar, para concordar con la belleza de León, aquel rubio de ojos azules al que sin querer Kali, siempre le miraba el trasero de reojo….

Y entonces nuevamente empezaba a contarnos de esa misma mujer que con los días ya nos tenía trastornados y que irónicamente con el paso de los meses agarro ese aire majestuoso por el que tanto persistía el chef Kali…

Yo no sé si fue el estar tanto tiempo a mar abierto, pero las descripciones de Leonora, empezaron a ser ya una necesidad para todos…

Yo sabía que algo raro pasaba en el ambiente, pues las horas en el sol comenzaban como a trastornarnos, a pesar de las comodidades en el Jate.

La investigación se fue a segundo plano, volviéndose monótona y fantástica a la vez…

Hartos de escuchar a tanto charlatán, a tanto anciano o pseudo científico describiéndonos cada uno de los documentales de Animal Planet o Discovery Chanel.

La navegación se convirtió como un viaje de LSD…

Y mientras los drones hacían todo nuestro trabajo en las profundidades del mar… Nosotros a cada instante que veíamos pasar a un pez a máxima velocidad, jurábamos ver el aleteo de una sirena….

La noche cayó y extasiado en un aura inexplicable quede profundamente dormido en mi camarote y me sumergí en el más irreverente de mis sueños… Ahí se encontraban los drones acuáticos mostrándonos en la cámara al mismo pez nadando a máxima velocidad… Para luego transformarse todo en una pesadilla…

Pues aquel pez enorme volteaba y ahí estaba Leonora y finalmente Sofía…

Con su negativa hiriente…

Con su no rotundo, en círculo, saliendo de su boca…

Desperté agitado, sudando…

Luego recordé el sueño, el ambiente se volvió a poner pesado, increíble y agarre mi miembro para volverme acariciar pensando en Sofía…

Me llene de un éxtasis liberador…

Después de unos minutos recobre la cordura y salí de mi camarote… Y los vi a todos gritando, cautivados, escuchando el sonido de una ballena y confundiéndolo con el de una Sirena…

Entonces vi a Kali perdido, mirando libidinosamente y ya sin tapujos el trasero de León, mientras este moría de miedo…

Y sin querer la realidad volvía a transformarse, envolviéndome en sus garras místicas, en esa aura que nos había acompañado por cinco meses…

Me envolvió tanto, que olvide que el sonido a lo lejos procedía de una ballena, les creí que era una Sirena…

El ambiente era cautivante y de pronto el cuerpo de León cambiaba su forma, al de una mujer fabulosa con un trasero divino…

Deslumbrado comencé acercarme a él… En eso grito… Y yo regrese a la realidad

Mis ojos agarraron un aire de sorpresa, de asco y grite con todas mis fuerza…

¡Basta!

¡Bastaaaaaa!...

Que no lo ven, que no lo escuchan es una maldita ballena, no existen las sirenas…

¡No hay una maldita puta sirena!…

Díganlo biólogos, díganlo todos…

Déjense ya de tonterías, me están siguiendo tan solo porque les pago…

Entonces todos me miraron, como saliendo de aquel trance que nos acompañó por esos cinco meses…

Que no lo ven, llevamos demasiado tiempo a mar abierto, queriendo transformas cualquier pez en una sirena…

Mandando a los drones a los más profundo sin encontrar más que pulpos raros…

No hay sirenas…

Todos estamos enloqueciendo, deseosos por estar con una mujer…

Kali no ha hecho otra cosa, que transformar con su imaginación a León en una mujer...

No existe su dichosa novia, solo es un chef mediocre, a la que una mala hora se me ocurrió contratar y estamos alucinando por tanto comer lo mismo.

Y León es solo un maldito capitán siguiéndome el juego, con un extremo egocentrismo, pues sabiendo que Kali alucina y lo transforma en Leonora, no dice absolutamente nada.

Y yo estoy harto de tener en mi mente el recuerdo persistente de una mujer maldita, que no siente…

Y no me ama.

Y de tocarme con su negativa.

¿Que no lo ven?

¡No hay una maldita sirena!…

Todos esos sonidos, todos esas investigaciones solo son fabulas, mitología…

No hay mitad verdad, no hay nada…

Hemos fracasado.

Si seguimos aquí, terminara alguien herido y mire fijamente a León.

Todos me miraron sorprendidos…

Y seguí diciendo: ¡Señores regresamos a México!

Pero me pararon, porque todos sabían que era mi sueño…

Y sin embargo, no moví el dedo del renglón…

Mientras seguía caminando, dispuesto a encerrarme en mi camarote, a lamentarme por mi travesía fallida.

Las horas pasaron…

Más tarde León toco a mi camarote, me trajo unas revistas y películas pornográficas que también dejo al Chef y a los otros… Y me dijo:

-A un podemos jefe, a un podemos prolongar el viaje, no pierda la fe…

Yo sé que no estamos solos y que algo más se oculta en la inmensidad del mar.

Debe haber algo, vamos a los siguientes puertos a buscar.

Alentado un poco por sus palabras decidimos prolongar dos meses el viaje.

Fue en el último puerto cerca de Taiwan, que encontramos la narración de un anciano que describía a ver visto a un ser similar a un extraterrestre o reptiliano humanoide con cola de pez nadar en las profundidades del mar.

Eran el centésimo anciano que entrevistábamos…

Su narración coincidía con las de Animal Planet o Discovery Channel, pero decidí tomarla en cuenta, hallarme maravillado…

El hombre sabía que estaba actuando…

Así que me enseño el cuerpo del ser y quedamos atónitos….

Quede en shock…

Ahí estaba la sirena muerta… No era una mujer atractiva mitad humana y mitad pez con aleta larga como nos habían dicho por años…

Era un hibrido, producto de experimentación y contaminación nuclear en las aguas del mar…

O talvez no era de este mundo y sin embargo procedía de las profundidades de los océanos que todos los humanos conocimos.

Un raza que a la mejor existió mucho antes que nosotros y que desconocíamos por vivir siempre enajenados y contaminando.

Con nuestra involución a ciegas transformándola en prestigio barato y siempre siendo asquerosamente decadente…

Reí de nervios… Le dije al anciano que le daría 10 millones de dollares por su cadáver… El también rió, me dijo que no estaba en venta…

Ni por todo el dinero del mundo, que ese ser regresaría al mar a pudrirse…

Le duplique la oferta y volvió a reír…

Me dijo que me regalaba fotos nada más…

Y quede impactado… Fue ahí que una lección llego a mí, pues entendí que el dinero no lo compraba todo ni el amor, ni mi anhelado sueño por completo…

Tomamos las suficientes fotos y vídeos, pero sabíamos que no serviría de mucho…

Nadie nos crearía sin el cuerpo… Pensé en raptar el vestigio, pero el anciano era tan indefenso y viejito, que entendí la juventud que a un rodeaba mi alma, mi cuerpo... Cuando creía haberla perdida, antes de tomar el viaje.

Acepte con paz interior la circunstancias desfavorables y zarpamos de regreso a México.

Al llegar después de dos meses… Kali nos presentó a Leonora, todos sorprendidos fuimos a verla y me encontré con Sofía.

No lo podía creer, Sofía en realidad era Leonora…

Las descripciones de perfección de las que tanto hablaba Kali, eran solo producto del trance de los meses en el mar o del amor ciego que sentía Kali hacia ella… ¡Es decir no existían tales cualidades!...

Aunque a mí me quemara un poco las entrañas…

La salude y le dije: ¿A poco también te llamas Leonora?…

Me contesto con su sentido del humor…

- Si, siempre le dije mi nombre completo y nunca lo aprendió, luego rió.

Quede impresionado, para descubrir que no necesitaba tener el cadáver de una sirena, ni sucesos fantásticos para saber que estoy vivo.

Que en la vida hay que estar muy despiertos para apreciar lo que tenemos, sin que nos pase de largo…

Que lo fantástico después de todo y aunque nunca lo pensé, se encuentra en lo cotidiano… Y si Sofía era bonita, pero ya tenía su dueño.

FIN


Posdata: Si desean leer, las pasadas Conspiranoias, pulsa 1, 2, 3 , 4 y 5.

Historia creación de Cecy Gutiérrez y Excéntrica Zona Alterna, todos los derechos reservados.

Imágenes tomadas de la red.

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