Los pinches osos.
Mónica tenía siete años, cuando se idiotizo por primera vez con el rostro de un oso caracterizado por un actor, en un programa de niños llamado Teddywood.
El oso panda atraía multitudes de personas a su show lleno de magia, humildad y felicidad…
Mónica pasaba horas viendo las distintas caracterizaciones del oso, hasta que un mal día su fascinación por el programa y aquel oso la llevaron a buscar detalles de quien lo interpretaba.
Ahí su ilusión cayo, pues aquel oso estaba lleno de defectos, no era nada de lo que proclamaba… Su rostro tierno de botarga, cayo para convertirse en uno humano que si era agradable a la vista, no era lo que proclamaba.
El oso proclamaba la fidelidad, la unión familiar, el amor, la humildad, la recuperación a vicios perdidos, entre otros tantos detalles…
Pero el actor quien lo interpretaba, era un humano infiel, ególatra, adicto a las drogas, al alcohol, a mil tonterías….
Mónica pasaba horas viendo las distintas caracterizaciones del oso, hasta que un mal día su fascinación por el programa y aquel oso la llevaron a buscar detalles de quien lo interpretaba.
Ahí su ilusión cayo, pues aquel oso estaba lleno de defectos, no era nada de lo que proclamaba… Su rostro tierno de botarga, cayo para convertirse en uno humano que si era agradable a la vista, no era lo que proclamaba.
El oso proclamaba la fidelidad, la unión familiar, el amor, la humildad, la recuperación a vicios perdidos, entre otros tantos detalles…
Pero el actor quien lo interpretaba, era un humano infiel, ególatra, adicto a las drogas, al alcohol, a mil tonterías….
Todo acabo cuando aquel oso panda decidió ser honesto, mostrando su humanidad en aquel disfraz de oso.
Deshaciendo lo tierno y ocasionándole el despido del programa, por llegar a las grabaciones con los ojos rojos y golpear a los niños.
Mónica al enterarse de la verdad del primer oso, se llenó de nausea y termino vomitando por horas el peluche de su ídolo.
El tiempo pasó y la niña no quiso saber más de aquel oso, con el que jugaba por horas en su mesa de te, con sus otras muñecas, y el cual la había decepcionado.
Pero la televisión la idiotizaba y Teddywood le invitaba otra ronda, con un nuevo oso amarillo sustituyendo al panda.
Deshaciendo lo tierno y ocasionándole el despido del programa, por llegar a las grabaciones con los ojos rojos y golpear a los niños.
Mónica al enterarse de la verdad del primer oso, se llenó de nausea y termino vomitando por horas el peluche de su ídolo.
El tiempo pasó y la niña no quiso saber más de aquel oso, con el que jugaba por horas en su mesa de te, con sus otras muñecas, y el cual la había decepcionado.
Pero la televisión la idiotizaba y Teddywood le invitaba otra ronda, con un nuevo oso amarillo sustituyendo al panda.
El programa volvió a ser el nuevo hit de la televisión para niños, aquel oso amarillo era hermoso, carismático y gracioso…
Y la niña volvió a comprar su juguete, a pasar horas viendo las distintas interpretaciones del nuevo oso amarillo.
Sin embargo la espina del pasado, la hacía detener un poco su adicción….
Perdiéndose en su rostro tierno, ella no quería saber de su vida real…
Hasta que un mal día la televisión, volvió a sacar a relucir las verdades de aquel interprete del oso amarillo, quien era un humano rubio…
Y el encanto del oso desapareció, cuando Mónica descubrió que era excesivamente burlón, aparte de separarse de hermosas mujeres al hacerles hijos, evidenciando su ser infiel, similar al primero…
Mónica paro en seco en ese momento, apago su televisor y dejo a su nuevo sustituto amarillo…
Botándolo a la basura.
Para volverse a perder con los años en un nuevo oso, sustitutito del otro quien se había accidentado al comprar estúpidamente un cancel de vidrio barato y resbalarse con el jabón.
Así llego la nueva botarga de oso en color café, sustituyendo al amarillo…
Y la niña volvió a comprar su juguete, a pasar horas viendo las distintas interpretaciones del nuevo oso amarillo.
Sin embargo la espina del pasado, la hacía detener un poco su adicción….
Perdiéndose en su rostro tierno, ella no quería saber de su vida real…
Hasta que un mal día la televisión, volvió a sacar a relucir las verdades de aquel interprete del oso amarillo, quien era un humano rubio…
Y el encanto del oso desapareció, cuando Mónica descubrió que era excesivamente burlón, aparte de separarse de hermosas mujeres al hacerles hijos, evidenciando su ser infiel, similar al primero…
Mónica paro en seco en ese momento, apago su televisor y dejo a su nuevo sustituto amarillo…
Botándolo a la basura.
Para volverse a perder con los años en un nuevo oso, sustitutito del otro quien se había accidentado al comprar estúpidamente un cancel de vidrio barato y resbalarse con el jabón.
Así llego la nueva botarga de oso en color café, sustituyendo al amarillo…
El nuevo oso era perfecto, tan perfecto que daba escalofríos…
Sus ojos azules con su pelaje castaño, lo hacía adorable a la vista…
Pero nuevamente Mónica volvió a rascar, para volverse a llenar de pestilencia al saber que el actor que interpretaba al oso castaño, quien tenía similitudes con su personaje, había dejado a su amor de años, por la mejor amiga de esta.
Convirtiéndose en otro patán de las botargas intérpretes de Teddywood…
Aquel oso no duro mucho en el programa y fue nuevamente sustituido por otro panda…
Que Mónica al verlo se perdía en sus ojos… Pero decidió dejarlo hasta ahí, no investigar, no hacer caso a lo que se decía del verdadero ser que movía al tierno panda.
Con un odio desconsolador, decepcionante… La niña decidió mejor alejarse de todos esos pinches osos, llenos de defectos, que vendían en sus programas perfección, ilusión, encanto, finales felices, que ni ellos mismos se tragaban.
Pensó que jamás encontraría a un oso que fuera honesto desde su inicio, no solo en el programa, también afuera de él, siendo fiel a su esencia y no perdiéndose en sus personajes con sus guiones llenos de patética mentira.
Con el tiempo Teddywood se hundió en la bancarrota, debido a sus osos tiernos e hipócritas… Y a los productores, directores y guionistas nos le quedo otra opción, que revivir el programa contratacando a actores más honestos.
¡Tan solo un oso que reflejara lo que proclamaba!…
Todos esos defectos que un tiempo atrás despedirían, eran reclamados a gritos para ser la nueva figura del programa.
Llegando a Teddywood el nuevo oso rasta, quien fumaba mota en el programa, golpeaba a los niños, no proclamaba la felicidad, era un maldito infiel y de todos modos atraía gente…
Al buscar al actor que lo movía, descubrías que el actor era igual a su personaje, solo el actor era de color, pero la actitud, la esencia era la misma…
La botarga de oso albino, se llenó de seguidores quienes lo amaban…
Él podría interpretar varios personajes, pero siempre era el mismo…
Mónica quedo fascinada…Luego apago la tele y sintió un vacío, se vio al espejo, comprendió que ya había pasado mucho tiempo.…
Entonces entendió que ya era hora de dejar aquel programa de niños, tan semejante a una industria…
Que la realidad aniquilaba a los Teddys y que ella ya gustaba de otro tipo de hombres a sus diecinueve años, como para seguir perdiendo su tiempo en esos pinches osos humanos.
Sus ojos azules con su pelaje castaño, lo hacía adorable a la vista…
Pero nuevamente Mónica volvió a rascar, para volverse a llenar de pestilencia al saber que el actor que interpretaba al oso castaño, quien tenía similitudes con su personaje, había dejado a su amor de años, por la mejor amiga de esta.
Convirtiéndose en otro patán de las botargas intérpretes de Teddywood…
Aquel oso no duro mucho en el programa y fue nuevamente sustituido por otro panda…
Que Mónica al verlo se perdía en sus ojos… Pero decidió dejarlo hasta ahí, no investigar, no hacer caso a lo que se decía del verdadero ser que movía al tierno panda.
Con un odio desconsolador, decepcionante… La niña decidió mejor alejarse de todos esos pinches osos, llenos de defectos, que vendían en sus programas perfección, ilusión, encanto, finales felices, que ni ellos mismos se tragaban.
Pensó que jamás encontraría a un oso que fuera honesto desde su inicio, no solo en el programa, también afuera de él, siendo fiel a su esencia y no perdiéndose en sus personajes con sus guiones llenos de patética mentira.
Con el tiempo Teddywood se hundió en la bancarrota, debido a sus osos tiernos e hipócritas… Y a los productores, directores y guionistas nos le quedo otra opción, que revivir el programa contratacando a actores más honestos.
¡Tan solo un oso que reflejara lo que proclamaba!…
Todos esos defectos que un tiempo atrás despedirían, eran reclamados a gritos para ser la nueva figura del programa.
Llegando a Teddywood el nuevo oso rasta, quien fumaba mota en el programa, golpeaba a los niños, no proclamaba la felicidad, era un maldito infiel y de todos modos atraía gente…
Al buscar al actor que lo movía, descubrías que el actor era igual a su personaje, solo el actor era de color, pero la actitud, la esencia era la misma…
La botarga de oso albino, se llenó de seguidores quienes lo amaban…
Él podría interpretar varios personajes, pero siempre era el mismo…
Mónica quedo fascinada…Luego apago la tele y sintió un vacío, se vio al espejo, comprendió que ya había pasado mucho tiempo.…
Entonces entendió que ya era hora de dejar aquel programa de niños, tan semejante a una industria…
Que la realidad aniquilaba a los Teddys y que ella ya gustaba de otro tipo de hombres a sus diecinueve años, como para seguir perdiendo su tiempo en esos pinches osos humanos.
FIN
Historia creación de Cecy Gutiérrez y Excéntrica Zona
Alterna, todos los derechos reservados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario