sábado, 1 de agosto de 2015

Fumada de Locura: ¡Ningún hombre!


Hola, el día de hoy les traigo una historia corta que escribí (como son típicas en mi)… En realidad la escribí, ya hace tiempo, solo le hice mínimos cambios.

Como siempre perdura la tragedia o el fatalismo, sin nada que agregar la comparto, ciao:D




¡Ningún hombre!

La veo… Ella anhela que la ame, que la haga mía, que la bese con pación…

Ella no da nada a cambio… Siempre quiere que yo muevo todo en la relación…

Y cuando me tiene, no desea conversar… Su plática es tan amena, que resulta tediosa…

Su plática antes no era plática, era un enorme trofeo a la estupidez humana…

Sin embargo, los días han pasado ahora tiene un poco de platica interesante…

Pero no la sigue, ella solo desea tocarme, besarme constantemente…

Y yo me detengo…

Solo la beso…

Quiero conocerla pero no se deja, quiero atravesar su coraza…

Y nunca lo logro…

Ella quiero todo a su modo, que la bese a su ritmo…

Y a pesar de todo, he encontrado un gusto bajo sus mordisqueo sugestivo a mis delgados labios…

Pero no puedo amarla…

No la deseo como ella quiere que lo hago….

O talvez soy un desgraciado puritano, mordiéndome las ganas, queriendo hallar algo importante lejos de toda esa superficialidad de las actuales relaciones…

Esperando encontrar la nada…

Queriendo esperar, para darle un poco de importancia a esa satisfacción sexual, que sé que acabara en monotonía y tedio cuando la obtenga…

De ratos veo cómo me ve frustrada, esperando que me someta a sus deseos carnales, lo único que parece querer de mí…

Con esa manera lujuriosa de observarme como si fuera tan solo un pedazo de carne…

Tan jugoso… Lo sé, debería sentirme alagado, pero solo siento miedo, incomoda molestia… Un sentimiento extraño difícil de explicar.

Y entonces leo su mente, sus frases entre cortadas diciendo que yo no gusto de ella.

Lo paro en seco, le digo que si no gustara de ella, no estaría perdiendo mi tiempo junto a ella.

Entonces ríe, me molesto un rato…

Decido estar otro tiempo con ella, besándola…

Para luego despedirme, dejarla…

Prendo mi auto, acelero y conduzco mientras me pierdo en la carretera pensando…

¿Qué diablos me pasa?

¿Qué me pasa?...

¿Qué me pasa?...

Estoy helado, totalmente frió…

De ratos parezco un hombre bionico, completamente de metal…

Me siento como un hombre impotente, pero a mi edad resulta un carcajada a mi ser…

Siempre huyendo…

¿A mi edad? ¿Por qué? ¿Para quién?...

Me detengo, como queriendo esperar algo que no existe…

Me detengo, como queriendo empatizar con esas familias puritanas, con esa sociedad que talvez se espante si doy rienda suelta a mis deseos…

Me detengo…

Y no puedo seguir…

Yo no puedo tenerla…

Yo no puedo desearla…

Entonces recuerdo…

Que ame perdidamente a otra persona…

Que estuve envenenado un largo tiempo.

Envenenado de amores inexistentes, imperfectos y perfectos a la vez, habitantes de esa cabeza mía tan solitaria…

Esos amores, que no me otorgan la basura que me da ella y a la vez me la dan a montones…

Amores tan monstruosos, que el tiempo los consumió… O se consumieron ellos solos, explotando como mosquitos golosos repleto de tanta sangre.

En realidad estoy tan solo harto de circos baratos, de amores desinteresados, totalmente falsos…

De esas mismas conversaciones donde nunca se muestran tal cual es…

¡Que él es otro hombre igual, otro del montón!… De ese montón que nadie quiere admitir que existe…

Y que yo soy realmente una mujer narrando este escrito como si fuera un hombre, para que ellos se pongan en mis zapatos y puedan comprenderme…

Comprender a lo que se somete la mayor parte del tiempo una mujer, a través de hombres que solo piensan en ellos mismos…

Y después de todo solo una mujer estúpida, esperando algo diferente entre tanta decadencia humana.



Fin.





Historia creación de Cecy Gutiérrez y Excéntrica Zona Alterna, todos los derechos reservados:D




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