jueves, 27 de diciembre de 2012

“La venganza: El Final”

Hace mucho les conté de mi fascinación por el hombre lobo (en este caso mujer loba o simplemente lobos), les conté la historia de cómo empezó todo y les dije que le daría un final a esa historia para poder ya desahogarme y dejar de acumular rencor por mis ex amores… 

Lo único malo es que tarde me di cuenta que el final que le di no resolvía nada, solo era volver a sacar mis frustraciones y dejar todo sin ninguna solución, con el coraje enterrado, carcomiéndome…

Es por eso que hace poco realice otro final para desenredar mi telaraña interna y saber qué es lo que debería hacer yo, para poder seguir sin lastimarme, sin estropear mis propias relaciones, espero  lo disfruten:D




“La venganza: El Final”



Era todo lo que había buscado, era mirarlo y encontrar una parte de mi en otra persona… Era como si aquella historia mitológica de tu otra mitad se convirtiera en realidad…
Pasaba el tiempo observándole… Obsesionada por encontrar un defecto que me dijera te has equivocado otra vez…

Estaba tan acostumbrada a vivir en un mundo de tragedia, donde yo terminaba siendo la victima de las circunstancias incontrolables e incorregibles… Donde a pesar de resistirme y tomar justicia por mi propia mano, terminaba perdiendo la batalla diez veces más de lo que la había perdido antes… Tenía miedo, estaba estancada en un temor lacerante que crecía y crecía sin que pudiera pararlo…
 

El tiempo y las mil batallas perdidas contra aquellos vampiros, me habían consumido. El desgaste emocional de saber que en cualquier relación que me metiera, encontraría una gran farsa, me había llevado a una parte de protección mental donde solo evitaba caminar… Ya no quería escarbar y hallarme con la nada, con lo mismo…


Y después de tanto tiempo, un día aparece un ser igual que yo… ¿Como creerlo?... Estaba tan enferma de odio, frustración y resignación… Que ya no quería salir, ya no quería vivir… Ya no podía ver un poco de luz en medio del infierno… Eliabeth me iluminaba y cautivaba con cada una de sus palabras… Esas desgraciadas palabras tan similares a las mías… Solo diferían en algo, que era lo que me sorprendía… Aquel hombre lobo tenía esperanzas, tenía fuerza y el valor para luchar aunque solo acabara con un contrincante… Aunque la vida se lo haya cobrado en un pasado como a mí, con mas tormentas sin salida…
 

Lo veía, lo observaba a cada momento sin que él lo notara… ¡Cada maldita palabra!… ¿De dónde saca el valor, de dónde saca las fuerzas?... ¿Cómo puede lograr tanto en una jungla de bestias?... Como puede levantar la cabeza conviviendo con aquellos seres hipócritas… ¿Como la sostiene con tanta valentía? …Creyéndose que con solo asesinar unos cuantos enemigos, se convertía en un Jesucristo…
 

Estaba tan enferma que para mí era mejor respirar la pesadez en el ambiente, sentir las llamaradas del fuego consumiéndome la piel, que hacer algo, que pensar en una solución… No quería creer que un poco de felicidad aunque fuera mínima se encontraba en Eliabeth y en su majestuosa forma de ver la vida…
 

No, no basta Olivia, me decía esto se tiene que acabar hay que dejar a los ingenuos seguir creyendo en fantasías… Tu eres una guerrera pero de un mundo aparte, tú tienes el sol tan cerca que te quema las entrañas noche y día… ¡Como podría salvar un ser externo, lo insalvable!… 

Todo lo destruía, me apartaba, mentía… ¡El tiempo me convirtió en uno de ellos!… Solo luchaba por desaparecer sus ilusiones, su justicia… Quería arrancar ese espejo de mi lado, ese espejo que veía un futuro mejor… Quería destrozar aquella fantasía, lo conseguí… Lo aleje de mí, pero volvía y volvía la resistencia en ese sujeto me enloquecía… 


Media comunidad de vampiros asesinada… Me deleitaba con ofrendas de aquellos cuerpos caídos, sin una gota de sangre, sin una lengua que les diera un poco de vida… Perdóname decía, no sé que hice mal para que te alejes de mí, yo no soy uno de ellos… Asesinare a más de un millón de canallas, para que comprendas que aún existe la justicia, resucitare las perdidas cenizas… Después de repetir las mismas palabras cada día, daba la media vuelta y agarraba con sus filosas garras a uno por uno de los vampiros, para destriparlos con fuerza, arrancando sus arterias, renovando con estas las cuerdas de su violín… Finalmente terminaba la rutina tocando melodías… Notas tristes, que despedían más sangre que música razonable… Yo no lo juzgaba, los momentos de masacre calmaban mi dolor, su forma de destriparlos y hacer de seres tan imperfecto algo útil, era lo que me animaba… La música disonante atravesaba mi alma para darle un poco de fuerza, esa que el tiempo y tantos seres aniquilaron…Regresaba, regresaba pero nuevamente el miedo, la cobardía…
 

Las ofrendas de Eliabeth terminaron en un año y medio, antes de comenzar su característico ritual mato a la última víctima y bebió su sangre enfrente de mí… Lo dejo sin nada… Entonces comprendí… Atravesé por primera vez las paredes de aquel hombre de hierro o el me atravesó a mi primero… 

¡No lose!.. Mi corazón estallo, no sé si de sufrimiento o alegría… Por fin después de un año y medio encontré lo que quería, ese estúpido defecto… Eliabeth no se convirtió en hombre lobo… La luna no hiso ninguna metamorfosis en el… Enterró sus colmillos en su hermano vampiro, succionando cada milímetro de su sangre… Luego lo despedazo con sus pequeñas garras de vampiro… Lo miro unos instantes, con un semblante perdido… Lagrimas brotaron de sus ojos… Luego me miro a mí, con los ojos llenos de soledad y de rabia… Me dijo mírame Olivia soy tu enemigo, soy otro jodido vampiro…


Solo que te toco uno loco, uno que odia a su especie… Soy culpable Olivia, soy la más grande de las bestias, el padre de la actuación perfecta… El hombre que se escondía tras una careta de lobo, que ha vivido toda su vida fingiendo y queriendo ser algo que nunca podre llegar a beber… Soy aberrante, te di una fachada de héroe, de ángel… Y no pude ser nada de eso, ¡Olivia!… Me miro con sus profundos ojos rojizo-avellana lleno de lágrimas, se acerco a mí y me enseño la marca… Aquel corazón oscuro y destrozado en una mano, se encontraba tallado en su pecho… Me confesó con culpa, que siempre había odiado a su especie, que todo el tiempo se había sentido incomprendido y totalmente solo, se la pasaba buscando a un amigo, a un amante alguien que sintiera lo mismo que el… Pero no encontró nada entre sus semejantes, solo hipocresías… Tratando de huir de la traición de su mujer y supuestos amigos encontró un bar en la comunidad humana y se dedico a beber aquel líquido agrio que desataba las más insólitas emociones en aquellos seres cobardes…
 

Luego vio a una mujer con el semblante perdido, fue cuando me reconoció… Ahí estaba la última mujer loba de la que toda su secta hablaba… Al verme tan pérdida se sintió identificado creyó enamorarse… ¡Pero ahora lose!, me dijo yo no me enamore de ti, yo solo deseaba liberarme… Por tu amor me convertí en tu salvador, en tu falso héroe, solo me invente justificaciones en mi mente loca para poder tener el valor de asesinar a mis hermanos…
 

Luego de triturar su carne sentía culpa y en tus días de luna llena me dedicaba a vengarme de ti… Te daba oler sangre de mis parientes asesinados y perdías el control, luego bebía de tu sangre cuando quedabas inconsciente…

Eliabeth (Riendo y llorando psicóticamente).- Cada luna llena bebía un poco de tu linaje y nunca lo notaste… Con ella alucinaba, llegaba a un éxtasis no conocido, viajaba y conseguía el nirvana… Toda mi vida evite beber la sangre de humanos, solo me alimentaba de pequeños animales… ¡Tenía un hipócrita respeto!…
 

Un día volví a verme al espejo y me di cuenta de todo, tú renaciste al vampiro, al líder, al ególatra… Al destructor de todo lo inimaginable… Me enseñaste la transparencia y descubre que yo me cree una nueva mascara tan solo para cumplir mis deseos frustrados… Ahora puedo decirte que te quiero, me fascina hablar contigo escuchar cada una de tus alucinados disparates pero igual me encanta beber tu sangre, ya no me esconderé y transformare en un hombre lobo que nunca existió solo para agradarme, agradarte… Este vampiro psicótico soy yo… La pregunta es ¿ Si aun con todos mis errores y excesos me amas Olivia?... ¿A un puedes perdonar y aceptar lo incambiable, lo corrupto, el demonio??
 

Con los ojos dilatados y totalmente negros aquel falso hombre lobo me enseño su verdadera fachada… ¡un deplorable vampiro!… Quise llorar, me sentí traicionada pues yo nunca lo conocí… Era mi culpa pues siempre le buscaba defectos… Y ahí estaban revelándose, comiéndome, hiriéndome… ¿Y quién se salva de ellos?... Fue mi miedo, mi incertidumbre, mi intuición la que me alertaba, la me decía que debía protegerme por eso me dedicaba a buscar sus defectos… Yo solo no quería pasar por lo mismo y sin embargo nuevamente quede destrozada…
 

Desconcertada y desilusionada ante patéticas escenas. Olivia descubrió que jamás los entendería y partió muy lejos de ellos…
"Bajo la luna de Olivia"...

Lo encontró afuera de aquella cabaña destrozando a uno de sus semejantes, succionando toda su sangre… Con los ojos totalmente negros…


Eliabeth… La bestia, el líder vampiro… Otro ser corrompido…

Tan desquiciado, tan perdido como ella…

Supo entonces Olivia que no era su hombre lobo, si no otro ser del montón…

Una farsa nuevamente…

A Olivia le destrozó el corazón

Quiso hacer algo!…. Pero Eliabeth la miro… Aquella bestia deseaba su corazón, deseaba su alma, deseaba su amor… Quería que lo amara, quería jugar... ¡Todo a su maldito ritmo!…

Le confesó que no la quería, que solo se divertia con ella, pero no la amaba… Ella solo lo había ayudado a conocerse a sí mismo a quitarse esa pesada careta… Pero no la amaba…

Y le decía todo el tiempo: ¡No te amo Olivia!…

¡No te amo Olivia!…

Su camisa blanca estaba completamente bañada en sangre…

Su boca devoraba ferozmente la carne de otros vampiros como el…

Olivia se dio la media vuelta y se fue, lo dejo solo…

¡Otra vez se había equivocado!…

“Eliabeth le dijo no te preocupes por mi Olivia, tú me salvaste y a la vez me devolviste al infierno”…

Eliabeth: ¡Tengo tantas ganas de devorar tu corazón!… Sueño todos los días en quitártelo, para que así me puedas amar…

Pero me he dado cuenta Olivia que todo esto que hecho no ha valido la pena, pues tu no amas a nadie… Nunca has amado, solo finges amar…

Juegas conmigo… Y tú crees que el que lo hace soy yo…

Eres una loba psicótica, nunca te pude complacer siempre querías mas…

Si yo decía negro tu decías blanco, si yo decía día, tu decías noche… Si yo decía sol, tú decías luna…Esa maldita luna por la que estas perdida… “Ese único ente que has amado”…

Si yo te daba por tu lado, entonces yo estaba jugando…

Si yo te regalaba ofrendas, si te ponía en bandeja de plata a mis compañeros, a mis hermanos a un así no estabas conforme…

De que me sirvió convertirme en hombre lobo, tocarte melodías… ¿Para qué?... Aun con todo, nunca te tuve conforme…

Entonces comprendí que no me amabas, no me amaste… ¡Y yo tampoco lo hice, yo tampoco lo hice!…

¡Eliabeth se hecho a llorar!…

Mira como me he vuelto un caníbal, un monstruo… Ya no me reconozco, me has hecho perder el control…

Olivia paro en seco… Luego corrió, corrió convertida en humana…

Regreso al pueblo… Se metió a su casa, se escondió en su alcoba, se metió en su cama y no salió de aquellas confortables cobijas, no comía, dejo de hablar…

Eliabeth la siguió pero ella nunca lo noto, este la vigilaba pero tampoco lo notaba…

Le seguía escribiendo canciones, melodías en ese violín con cuerdas disonantes…

Solo que Olivia estaba hundida y no escuchaba, no lo sentía… Le creyó toda esa palabrería de que no la amaba…

Hasta que un día nuevamente el orgullo apareció… Era la luna… La luna llena, la que le dio fuerzas para salir…

Nuevamente la licantropía…

Consiente salió a devorar pequeños animales… Entonces lo volvió a ver, después de largo tiempo ahí estaba Eliabeth con otra mujer, una nueva vampira; junto a él se encontraba Diluvien resucitado junto con un vampiro...

Aquellos seres se demostraban su amor, tan perverso y tan hermoso a la vez… Lleno de patética humanidad, de puta hipocresía…

Olivia se fue sin que nadie lo percatara, huyo a lo más alto de la montaña, llena de rencor, de desamor y le aulló como nunca lo hizo a su única musa… ¡Su bendita luna!…

De pronto supo lo que tenía que hacer… Dejar de buscar en otros, lo que estaba dentro de ella…

Decidió amarse a si misma… Olvidar aquellos ex amores que pretendieron quererla…

Y siguió.... Logro destacar, encontró su sendero, su vocación, salió y comenzó amar al sol tanto como a la luna…

Dejo los amores fugaces, los hombres doble cara y se entrego por completo al único amor que valía la pena, tan solo ella… El recuerdo de Eliabeth se perdió en su mente, dejo de sentir amor a los vampiros y ya solo sentía lastima por estos…
 

 Le dejo el lado oscuro a las alimañas, que morían misteriosamente entre sus ácidos, producto del peso de la noche y una luna llena que los desterraba.
FIN

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¡Inspiración en moda!







Fuente:http://lookbook.nu/


 Posdata: Si deseas saber que paso antes del final, pulsa este otro link.

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