domingo, 13 de marzo de 2016

Fumada de Locura: Y vivieron felices…


Hola, esta vez les traigo una típica historia mía, con mi clásico estilo, se supone que se trataría de las dos versiones, después de que una pareja se casa, y de en si es una burla o parodia a él vivieron felices que ponen las películas y que siempre termina en final feliz.
Tratando de alargar la historia y descubrir que es lo que pasaba después, solo que,  me perdí en la historia (como siempre) y resulto ser una recopilación de todas mis ex parejas (bien traumada jajaja) con sus malos tratos o cosas que detestaba en ellos, en algunas partes son inventados y son cosas que he visto en otras personas. En sí, una caricatura historia, espero les agrade, cuídense, ciao:D


Y vivieron felices…


¿Cómo he amanecido así?, ¿cómo he despertado después de tantos años?…

¡Cómo es que ahora lo comprendo!…

El vivieron felices no existe…

Andrea entro en una reminiscencia, recordó a Julián… Recordó su boda, el año inolvidable en que lo conoció y se enamoraron perdidamente, apresurándolo todo en nombre del amor…

En ese mismo año, a pesar de no conocerse del todo, decidieron comprometerse, luego unir sus vidas, todo en nombre del amor y de un vivieron felices, que proclamaban todas esas películas, novelas y cuentos fantasiosos…

La boda fue hermosa, derramaban miel y sonrisas el uno por el otro, que cualquier imbécil espectador se las creería.

Yo no…

Ellos humanos idiotas, ingenuos jugando a seguir parámetros, a tragarse cuentos…

Los resultados comenzaron aparecer, después de la boda, el enamoramiento se escapó y la verdad de ambos se descubrió…

Dejaron de estar ciegos, para revelar su verdadera personalidad…

Las idas al cine ya no eran lo mismo, aquel Julián que invitaba Andrea, siempre feliz, sonriente y enamorado, ahora ya no era el mismo…

A pesar de ser su esposa, le cansaba tener que invitarla al cine y el tener que pagar todo, le cansaba que ella eligiera la película…

Y mientras pagaba el costo del boleto o el paquete de palomitas, ponía una cara de amargura, que Andrea ya no conocía…

Enfurecida, ella se refugiaba en sus pensamientos, en un enorme coraje al tener que soportar la cara de oliendo pedo de Julián, además de sus silencios. Y que cuando ella le preguntaba que le pasaba, siempre dijera que nada y ella teniendo que fingir que no pasaba nada, al igual que él.

Le daban ganas de quitarle por completo esa mascara hipócrita de caballero con la que la enamoro y la cual, al parecer, ya le era muy pesada… Simplemente dejarse de princesadas y pagar el boleto y la comida ella sola, para no tener que ver como se retorcía su esposo cada vez que le tenía que pagar algo.

Los días y las noches se convertían en discusiones… Julián decía me siento encerrado, frustrado, como secuestrado…

Y pretendía que Andrea, reaccionara felizmente, mientras esta sabandija le confesaba lo que sentía de ratos en su matrimonio, ella solo le decía pues vete, nadie te obliga a estar junto a mi…

Y deberías hacer un video con tus estúpidas palabras, estas peor que Carmen Campuzano.

El hombre no decía nada, solo se disculpaba, cambiaba sus palabras…

¿Qué había pasado?, ¿Porque todo murió aquella noche de bodas?...

Luego lo recordó, el sexo fue pésimo, se había reservado tanto para ese día, a pesar de no ser virgen… Y se topó con concreto, la noche se convirtió como en un circo o una obra mala, donde los dos hacían un papel, pero ninguno lo disfrutaba en hacer.

A pesar de cambiar de una posición a otra, una enorme pereza los inundaba a los dos y fingían el ritual del sexo, tan mecánicamente y mal hecho, que hasta daba risa…

Fue ella quien decidió parar, harta de que no la hiciera ni gemir poquito, lo único que salvaba un poco al pésimo sexo de Julián, de los dos, era la boca, la lengua con su sexo oral.

Lo días pasaron, luego de un año de estar casados… Andrea ya no era una dulzura, no le importaba herir los sentimientos de Julián, cuando este le otorgaba encuentros malos…

Ella decía, si me vas hacer perder el tiempo, mejor no hagas nada…Mientras este estaba encima de ella, tratando de hacer algo para complacerla, para luego poner una enorme cara de frustración y rabia… Julián se preguntaba, quien le había otorgado esa apatía, descaro y falta de respeto a esa maldita mujer, a esa esposa.

Entonces en ese momento, los dos sabían, que fue una enorme equivocación haberse casado en tan poco tiempo, que ya no se soportaban el uno al otro y que el vivieron felices en el que sin querer habían confiado, era toda una mentira, que, si su subconsciente hablara, les revelaría una verdad muy cruel y liberadora para ambos…

Pero no lo decían, se aguantaron más tiempo, soportando cada uno las manías y mañas del otro.

Mas por costumbre que por amor… Mientras Julián, evadía su realidad en el trabajo, en los vicios o con una amante a escondidas…

Que el pretendía que era a escondidas, pero era tan cínico, que enfrente de Andrea tomaba las llamadas de su amante o amantes, cínicamente pretendía que se trataba de una amiga y le decía cariñosamente que ya deseaba verla otra vez…

Andrea había pasado ya por ese tipo de cosas, con sus pésimos novios, que volverlo a ver en Julián ya solo le dio risa y mecánicamente decidió hacer otra vez el drama de siempre y revivir lo que les decía a todos para que dejaran de ser tan descarados contestando llamadas o perdiéndose en su celular, deseosos y desesperado por contestar los halagos de una mujer ilusa, que aún no descubría al marrano con el que ella estaba viviendo y que pronto pasaría hacer por completo de su propiedad.

Enojada le dijo, que no tenía que ser tan cínico, que aquello de hablarle a sus amantes o perderse en su celular cuando se está con la pareja, es una falta de respeto, que tenía que ser más consiente con sus sentimientos y que si iba a estar de loca, que debía ser discreto por lo menos o ya dejarla de hacer perder su valioso tiempo.

La pelea termino en silencios incomodos y en una cara de enojo y frustración que pareciera que estuviera oliendo sus propios pedos o mierda el pobre de Julián, al cual le gustaba ser cruel y descarado, pero no soportaba que una mujer le discutiera algo.

En realidad, era todo un macho, pero ella era una feminista y era difícil que alguien se dejara dominar por completo.

Aunado a esto, Andrea tenía que soportar que su esposo fuera un cerdo, tenía su apartamento hecho un chiquero, caminaban sobre basura o cosas de él, que nunca ordenaba… Luego queriendo ella ir al baño, se hallaba con tiburones de mierda en el inodoro, pues este casi siempre no le bajaba., todo esto tenía que aguantarlo cuando ella se mudó junto a él, a su departamento de soltero.

Y cuando Andrea le reclamaba su suciedad, este se deslindaba de culpa, diciendo que fueron sus amigos o hermanos chiquitos.

Excusas que le creyó en un pasado, cuando eran novios y lo adoraba, pero que ahora resultaban ser una absoluta mentira que ya no se creía, ni podía tolerar.

Julián en el tiempo que se consiguió un amante, y su cinismo se hizo descarado, salía con esta, importándole un comino, si ella los veía…

Es más, proclamaba su amor a los cuatro vientos y se tomaba miles de fotos, cuando ayer le decía: “Te amo” hipócritamente o después de una discusión con esta donde ella no cedía, ni le otorgara amor, después de que este se hubiera portado como un cínico infiel, y francamente merecía los malos tratos…

Después de un tiempo y cuando Julián se enamorará de su amante, comenzaron a fastidiarle las caricaturas, series o películas que Andrea, disfrutaba ver…

Andrea al pedirle que viera sus series animadas, junto a ella, decentemente… Julián le respondía molesto, no quiero ver tus estúpidas caricaturas, son una porquería y Andrea quedaba impresionada de su nueva o real actitud y lo corría de la casa como lo hacía últimamente.

Para que, al siguiente día, inundara sus redes sociales, exhibiendo y besándose a su nueva amante. El la hacía enojar adrede, para que ella lo corriera de la casa y él se fuera muy campante con la amante que ahora amaba, claro nunca tuvo las pelotas para terminarla decentemente como todos sus pasados novios.

Muy en el fondo Andrea sabía que Julián, se había conseguido otra, porque nunca pudo someterla a ella por completo…

Por qué no soportaba que le gritara sus verdades en la cara, a base de miles de insultos a su persona como: Puta barata, patán, maricon, perro sarnoso, malo en la cama, afeminado de mierda, puta de tacones rojos, etc… Que le dijera lo que tenía que hacer y como tenía que comportarse.

Que lo rechazara en la cama por ser tan malo, que no le gustara perder el tiempo en el circo de sexo cuando este no la complacía.

Que al igual que él, cada vez que este era descarado con el celular y sus putas o cuando ponía su cara de pedo al comprarle algo, ella se enojara e igualmente se perdiera en una actitud similar a la de él, es decir se perdía en su cabeza, en sus silencios, en ignorarlo y no reírse de sus pésimos chistes por cosas ridículas que no siempre le daban risa.

Y es que Julián era tan machista, que le pasaba imágenes misóginas y despectivas sobre la mujer… Y todavía pretendía que ella se riera, como aquel meme que decía: Búscate una mujer que le guste comer tacos o en lugares baratos, que interesadas que quieren comer en restaurantes caros ya hay muchas.

Y se soltaba riendo el misógino a carcajadas…

Mientras Andrea fingía reír irónicamente junto a él, observando la estupidez de su pareja, y pensando cómo puede pensar que soy interesada, si el cabron no tiene nada, ni auto tenía cuando lo conocí y la interesada soy yo, si debía de agradecerme que me fijara en algo como el… Si hay miles de mujeres que no aceptarían ni de broma, salir con un hombre sin auto, ni pierden su tiempo pasando por ellos a sus casas.

Luego tenía que soportar cuando a Julián, lo invadía la pedantería, la pseudo intelectualidad y comenzaba con sus comentarios de que sabias que tal proceso se hace por tal o cual razón, y es así como y bla- bla- bla, mientras Andrea a veces no sabía o sabia de lo que le hablaba, porque era obvio, pero no le decía nada para que fuera feliz en su estado de macho alfa, conocedor de todo.

Y Julián, decía hay niña como no puedes saberlo… Y ella lo miraba con cara de si maldito idiota, tú tienes razón.

Después la insultaba disque jugando, diciendo que se parecía a un orangután de una revista, luego sentido por su ofensa decía… Ve la revista, hay miles de orangutanes, ¿dime a cuál me parezco amor?

Ella sonreía, disfrutando su próxima venganza, le contestaba, “No te pareces a ninguno, porque ellos son bonitos y tú no”.

Este reía, mientras se retorcía a la vez de dolor.

Luego Andrea pensaba, si el orangután soy yo, sobre todo… Que no se ha visto el estúpido de Julián es un velludo de mierda, tiene vello hasta en las pompas y eso es grotesco, pero lo soportaba silenciosamente en nombre del amor, en nombre del: “Y vivieron felices, que tenía que fingir ante los demás hipócritas”

Andrea alagaba alguna mujer y Julián, celoso decía que era una lesbiana, que dejara de alagar a esas mujeres… En realidad, el hombre era tan inseguro, que temía que una mujer fuera mejor para Andrea, que él y sus malos tratos con su mal sexo.

Julián nunca la escuchaba, cuando ella comenzaba hablar de algún oficio al cual se dedicaba o de la carrera que estudio o de sus planes a futuro, este solo ponía cara de: no me importa y a un así fingía poner atención, pero casi siempre evitaba escucharla hablar de sus planes, era tan ególatra que quería que todo se tratara de él.

De ratos manipuladores, este engendro, gustaba de gritarle a su querida esposa, a quejarse de su forma de manejar, de querer que hiciera algo a su forma y Andrea lo toleraba, porque creía amarlo.

Siempre que él se equivocaba o la engañaba, él se hacia la víctima, y le echaba la culpa a su esposa psicópata o loca, exagerada, siempre la mala era ella.

La mujer cruel y de hielo era ella, la que nada la complacía, la maltratadora de su esposo hipócrita.

Julián aparte de todo, era un cocodrilo extremo y era cuando le gritaba, que Andrea sabía que Julián había vuelto a su antiguo vicio de esnifar cocaína.

Su cambio era tan radical, que, de ser un patán hipócrita, pasaba hacer un maldito psicópata violento, que amenazaba y enloquecía.

Deseando el control total de ella, mientras esta moría de miedo.

La ofendía e insultaba, ella era la mujer más fea y aguada. Y el, era el hombre que le había hecho el favor de tolerarla y quererla, a pesar de ser fea, cruel y loca, según los ojos y pensamiento de su maldito esposo.

Logrando que ella perdiera la autoestima, y se sintiera la mujer más horrible del planeta por un tiempo.

Fumaba a montones, y por más que ella quería quitarle el vicio, este seguía con su estúpido tabaco.

Y siempre juraba lo mismo, no volver a beber, no volver a fumar, no volver a probar mariguana o cocaína.

Ella lo corría nuevamente de la casa, le decía que se largara con su nueva amante, que, si le toleraba todo, aunque ella le hubiera soportado tanto…

Y este después de días, un mes o dos, harto de hacerle al cuento con su nueva amante, regresaba a rogarle, a pedir una nueva oportunidad, a mentir a decir que no se iba portar igual.

Y ella se preguntaba, ¿si la estúpida era ella o la otra mujer?

Por qué de ratos ingenuos, pendejos lo dejaba volver, para poder ver la realidad nuevamente, de que Julián nunca iba a cambiar.

Harta de hacer el imbécil, finalmente ella lo dejo por completo y amaneció en su casa después de una borrachera, que no merecía ni hacerse… Y ahí se dio cuenta que había gastado como 5 años, a lado de un malditito misógino, que su única diversión siempre fue manipularla…

Y que, si ella era la loca, pero que la mujer enloquecía, cuando tenía a un hombre peor de desquiciado, que todo se debía a ellos, que ellas reaccionaran de esa manera.

Dejo que el tiempo se tragara a su desgraciado esposo, que a un no entendía, por qué lo amo…

A veces cuando salía, lo veía en todos los hombres, transeúntes, en todos los autos que manejaban…

Y estaba hasta el tope de verle la cara a ese cretino, de que la vida irónica insistiera en recordárselo… Donde de ratos, pareciera estar en una escena perturbante de “Todos quieren ser John Malkovich”.

Luego comprendió todo, nadie te obliga aguantar malos tratos, uno soporta porque quiere, que, si te manipulan, pero uno puede arrancar los hilos cuando quiera, tomar o no los insultos, los dominios, los apegos…

Arranco a EL misógino de su esposo, aventándolos al olvido… Comprendió, que se sentía mejor cuando era libre, cuando dependía solo de ella, cuando no tienes que fingir la agria comedia del amor, el después del sexo y la vacía existencia, que no lo llena otro ser imperfecto sin valores, como la mayoría de monstruos que inundan ahora las sociedades humanas.

Total, todos eran uno, y todos siempre lo mismo.

Fin.

Historia creación de Cecy Gutiérrez, todos los derechos reservados.

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