miércoles, 16 de octubre de 2013

The wolf: El antifaz y La bestia.

Hola, nuevamente aquí, esta vez compartiéndoles algunas historias pasadas que escribí en mi otro blog, como siempre perdura la mala ortografía y algunas veces la falta de entendimiento; a un así espero les agraden, cuídense, ciao:D


El antifaz

Era un lindo antifaz, a través de él, me sentía poderosa, me convertía en otra... Me encantaba verme al espejo, ver la forma en que resaltaba mi mirada... Me gustaba el material con que fue confeccionado; ese terciopelo negro, aquellos listones de satín para sujetarlo y esa forma peculiar de terminar en una especie de cuernos… ¡Lo confieso me obsesione con él!, ya no solo lo usaba para su único fin, que eran las fiestas de disfraces o los carnavales... Ahora me gustaba lucirlo en casa, resaltarlo en numerosas fotografías, probando cada día una nueva toma, experimentando con sus ángulos…Era enigmático lo que me hacía sentir, me tenia hipnotizada…Solo era cuestión de posarlo en mi rostro, para sentir el dominio, la belleza, el amor y la pasión que muchas veces me falto…

Solo que nada es gratis en esta vida y no fue suficiente lo que me transmitía, los dos pedíamos más, no nos cansábamos de jugar, yo enloquecía…


Fue una noche, cuando se apodero de mi, cuando deje de ser yo y me convertí en la esclava del antifaz, lo malo surgió, los recuerdos pasados regresaron, todos los que me habían hecho dañó, toda esa gente volvió a mi cabeza... Quería arrancarlo, pero no podía… el me ofrecía su alivio, su calma... La calma de ya no recordar, el perdón que nunca supe dar a ninguno de estos seres… Me ofrecía una nueva vida, donde dejaría de ser la víctima, donde ya no me equivocaría, donde jamás me humillarían... A cambio de todo esto, yo me convertiría en su musa, en la que lo portaría… le daría la vida, le daría la sangre...


Investigue, no sé cómo, pero a cada uno de mis enemigos, los encontré, aun siendo de pecados leves, ellos estaban ahí… en mi lista, sentenciados a derramar lo que me pertenecía por ley...


Aparecí en mi cama al siguiente día, estaba cansada, solo que no era como todo día normal, un olor incontrolable, no me dejaba olvidar… me mire al espejo y pude ver como mi ropa estaba bañada en sangre…. No recordaba del todo bien, lo que paso, no recordaba que hice con los cuerpos…Lo único que recordaba era aquel nombre ''Cecilia''... Un cacho de mi pasado había desaparecido...''Cecilia'', respiraba alivio, respiraba esperanzas, aspiraciones y momentos de cambios hacia algo nuevo… donde no existirían los monstruos, los usureros, donde me encontraría con mi amado, mi preciado EL… Fue cuando supe, que nada era casualidad, ese antifaz había llegado para protegerme, mi amado me lo había enviado… Fue una fiesta la excusa, fue aquel aparador, el que conmemoro la unión… EL solo me mandaba el medio para salir del infierno... Ese día salí, como normalmente, hice mis deberes, todo estaba bien… El tiempo paso, comenzó a oscurecer, nuevamente el antifaz se apodero de mi… ¡Teníamos que arrancar el pasado por eso volvió!... A un, quedaban personas en aquella lista, el me pedía solo justicia...Nos convertimos en uno... Ya no solo era él, si no por precaución también unos guantes, armas de complemento, que no recordé la noche anterior...Era extraño, deje de ser yo y me convertí en ''Cecilia'' una asesina... La cita era en su casa, el pasaría por mí, era otro ex amor mío, de esos como tantos, que solo me causaban risa, porque no saben otra cosa más que herir y mentir… este sujeto era un psicópata, de esos silenciosos, que se esconden bajo faldas, pero nunca llegan hacer nada… Fue su manía por las farsas y la forma en que lograba manipularme, lo que me afectaba o me afecto una vez... Nunca tuvo idea de lo que me hacía sentir y nunca le importo... No tenia valores, ni culpas, solo millones de pecados...



¡Y quién era yo para juzgarlo!, solo era un pobre hombre, que ni palabra tenia…Fue la lista, la que no me dejaba pasarlo… Su sangre, su olor, su cuerpo, su cinismo, me enloquecía... En la habitación tuve que revivir sus besos, su amargo veneno… Fueron sus palabras sin fundamento, la forma en que gesticulaba y como la lengua le aportaba el encanto... ¡Lo que me desato!…



En su buro unas tijeras, aquel antifaz con listones de satín, aquellos guantes haciéndome juego, no pude más... Estando atrás de el, deslice mi mano en su espalda, recorriéndola hasta llegar a su cuello; lo torcí brutalmente, una fuerza fuera de ese mundo, lo produjo... ¡Era ''Cecilia'' recuerdas, era tu vida, era tu amor.!..



Lo amarre, lo obligue abrir la boca y le corte la lengua... Luego la trague...Agarre esas mismas tijeras que no era con las que contaba en mi equipaje y las enterré en su cuerpo, una y otra… y otra vez...


La sangre salpicaba en mi cara, manchando mi antifaz, manchando mi ropa, manchando mi cuerpo... Era su sangre tibia, era el delicioso sabor de su lengua ya devorada lo que me hacía no dejarlo, a pesar de que ya era solo un cadáver...


Una alarma nuevamente, desperté... Otro día, sin antifaz, con mucho mas que alivio ahora sin mentiras, ahora sin una multitud de heridas…


Pero al igual que los otros días, regreso otra vez la noche y con ello el antifaz, la locura, la transformación de convertirse en otra, en uno… Salí, pocos quedaban en mi lista, los asesine a todos, no había huellas… No había rastro, recordé donde había dejados los cadáveres, estaban en mi refrigerador, hechos pedazos, guardados en botes de vidrios… ¡Deleitándome las pupilas cada vez que lo abría!…


Amaneció para mí, un lunes… La luna se había ido, rescate la cordura… Me quede con amnesia del pasado, solo recordaba mi preciado antifaz, solo que esta vez nada me podría aportar… ¡Todo estaba saldado!… Lo busque, no lo encontré… Tenía que agradecerle, voltee todos los muebles, pero no estaba…me hallaba desesperada, saque aquellas fotos y una verdad me paralizo…Yo nunca compre un antifaz, mi símbolo era la transparencia… La sinceridad… ¡Todo el tiempo fui Cecilia nada más!…



La bestia...
Fue aquel frio noviembre cuando Lucero emprendió un viaje hacia un pueblo desconocido… En la intersección de las calles jardines del edén y génesis… Ahí se instalo… Hospedándose en aquel edificio viejo con sus departamentos decadentes… Fue la habitación #696 su nuevo hogar, ubicado en el sexto piso…


Estaba sola, en un pueblo pequeño… Sin saber qué hacer, en su mente se acumulaban dudas que la carcomían día y noche… Noche y día!!

Fue en aquella habitación, que por fin entendió lo que tenía que hacer… Fue ese silencio aterrador, el recuerdo abstracto e hiriente de un pasado amargo y ese número…

¿Cómo llego ahí?... Pensaba sentada en el sillón verde y raspado de su sala…

Un gran viento helado comenzo a retumbar en su ventana…

Lucero se aseguro de cerrarla con llave… Pero al momento de dar la vuelta, una enorme ráfaga la tumbo sobre el piso… Las luces se apagaban y prendían una y otra vez… Lucero no se inmutaba, a pesar de haberse caído… A pesar de los escalofriante sucesos que vivió por una hora en su departamento…

Luego tocaron la puerta tres veces de forma tranquila… Sin que lucero acudiera al llamado… Las luces dejaron de parpadear para finalmente quedarse prendidas… Maravillada lucero miro aquella puerta como esperando que alguien entrara… Un maullido gatuno se escucho después de los tres toquidos a su puerta… Luego todo quedo en silencio…

Lucero se levanto cerro la ventana y agarro la llave de su habitación ahí estaba aquel número #696…

¿Cómo llegue hasta aquí? se pregunto en una media sonrisa incógnita... Decidió irse a la cama, olvidándose por completo lo sucedido… Se acostó y cubrió en una suave y reconfortable colcha…

¿Cómo llegue hasta aquí? se volvió a preguntar llegando al éxtasis de un dulce y discreto sueño… Fue cuando escucho la voz… ¡Es porque ya pasaron dos años y medio que no pudiste olvidar!… ¡Los vestidos lucero, están en la maleta!… ¡Los vestidos lucero, están en la maleta!…

¿Pero que no pude olvidar?… Preguntaba lucero ya encerrada en un sueño MOR fase 4…

La voz riendo le explico: “A un no es tiempo Lucero”… Solo tienes que saber que los vestidos están en la maleta, en la intersección de las calles jardines del edén y génesis, ubicados en la habitación #696 que se instala en el infierno…

Lucero… ¡Ahora lo comprendo!… Desesperación y ruegos los hiso volver… ¡Día y noche no dormirán!… El descanso de aquellos vestidos de lindo aroma, dilatan las pupilas de la bestia… Que no cesara hasta que ni ceniza de ustedes pueda encontrar… ¿Un perdón lo podría solucionar?

La voz le contesta… ¿Recuerdas cuál es tu punto débil Lucero?... Mi punto débil es… Lucero sonríe… Se encuentra en aquella película… Donde el crimen perfecto delata la justicia de un tipo que punto débil jamás encontraras… ¡Alimentaste a la bestia!… Nunca la veras cesar… Una, dos, tres, la habitación en el infierno ya no existe más…

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