jueves, 25 de septiembre de 2014

Fumada de Locura: El perfecto novio.


Hola, nuevamente aquí con una historia nueva de un caso que nos pasa a muchas mujeres o yo quiero creer que no soy la única jajajaja.

Esta historia es de amor, pero prevalece mi estilo… Solo puedo decirles que esta fumada (no, no es mota), si fue una pinche fumada cabrona llena de locura, aunque bueno he tenido peores. Espero les agrade, cuídense, ciao




El perfecto novio…



Y ahí nos encontrábamos… Él y yo en aquel camión de regreso a casa, después de un largo viaje…

De pronto mi interior no podía más, tenía que gritarlo, nuestra relación había llegado a su fin….

Se había acabó desde hace mucho tiempo…

Y no, no fue la usual infidelidad lo que nos separó.

Si no que habíamos pasado tanto tiempo juntos, que la monotonía llego a nuestra relación y ya no había algo nuevo que conocer…

Los temas de conversación se nos habían acabado o talvez solo fueron las ganas…

Nos mirábamos…

-Y yo le preguntaba: ¿qué tienes?… Mientras lo veía volar muy lejos, aun estando a mi lado…

-Solo sonreía y no decía nada.

Y luego el hacía lo mismo conmigo…

Nuestras mentes se perdían en minutos u horas que gritaban querer algo nuevo.

Pero él no terminaba y yo sentía que algo tan perfecto, era imposible votarlo…

Y sin embargo lo hice…

Mientras el me preguntaba…

-¿Qué te pasa?…

Lo dije…

-Creo que debemos conocer a otras personas, creo que ya no quiero ser tu pareja y estoy segura que esto que siento, no lo siento solo yo.

El abrió los ojos un poco y sin embargo no era la mirada sorpresiva y de desilusión de cuando destrozas un corazón.

-Medio sonrió y dijo: ¡Si, crees que es lo mejor para los dos!

¡Así será!

Lo corte de tajo, todo había acabado y francamente no me importaba…

Me sentía libre por fin…

Al día siguiente regrese al trabajo, sintiendo un gran por venir…

Conocería nuevos candidatos dispuestos a otorgarme algo diferente…

Pero pasaron los días y esa felicidad al inicio de nuestro rompimiento se desvaneció…

La monotonía, el hastió que repudie tanto con él, se transformó en perfección.

Comenzando a llenar mis días de desesperada nostalgia.

Un año pasó y yo ya no podía con la desesperación…

Había tenido tantas citas desastrosas, que ninguno se compara con el…

Con ellos no podía hablar, como hablaba con el…

Y en arrebatos de enojo, me culpaba a mí misma, cuestionándome el por qué lo deje.

Y no podía resolver mi dilema como en unos ayeres, cuando toda esa monotonía me tenía asfixiada.

Cuando esas conversaciones de si o no, de miradas largas y a veces perdidas…

De pasatiempo que compartíamos y ya no sabían igual, me calaron tanto.

Ahora él era lo mejor que me había pasado, cuando lo comparaba con esas parejas desastrosas, que jamás se asemejaban a su manera tan caballerosa de ser.

A un año sin estar con mi ex novio, di por terminada una cita, donde el prospecto me dejo plantada.

Decidí embriagarme en aquel bar para darme el valor de marcarle al único hombre que amaba…

Sin embargo, en el colapso de mi borrachera, un instinto de orgullo me paro…

Al recordar nuevamente que ya había pasado un año y ese ingrato no me había hablado, ni para decir: ¡Hola!…

Después de todo, si yo tenía razón, era mutuo…

La monotonía y los años no solo a mí me hastiaron.

Y al final termine perdiendo, pues al parecer yo lo recordaba y extrañaba con todo mí ser…

Cuando seguro el ya ni me recordaba y ahora vivía en la fiesta total.

Decidí hundirme en el trabajo, ya no quería más citas que no llegaban a nada, que no arrancaban su esencia, su maldito amor.

Y solo veía a mi compañero secretario…

Tan guapo, que pensaba porque carajos sufro, si tengo un monumento divino trabajando a mi lado.

Y Erick volteaba con su desbordante vanidad y decía:

-Lose, soy ridículamente hermoso y me amas.

-Todas me aman.

Entonces mi gusto se disipaba al escuchar su exceso de egolatría.

Y ahí todo quedaba…

Aunque sus ojos verde- azulados profundo y cabello castaño me hipnotizaran.

Pasando la mitad del año, la desesperación llego a mí…

La nostalgia era cada vez más fuerte por el que fuera mi pareja y deje ir.

Al igual que el orgullo, porque este nada más no volvía aparecer.

Decidí pasar mi tiempo mirando lujuriosamente a mi compañero

Y este lo notaba, diciendo como siempre, lose, soy ridículamente hermoso, me amas…Solo que esa tarde le añadió algo a su típica frase.

-¡Y deseas tanto salir conmigo!…

-Conteste inmediatamente que si…

El hombre me miro sorprendido, para decir…

- Pensé que nunca lo dirías.

Lo siguiente con Erick, fueron salidas fugases de besos apasionados…

Nada serio para mi…

No podía tomarlo en serio, cuando mi cabeza deseaba los ayeres de aquel amor perdido.

Por momentos en esos besos apasionados su rostro dejaba de ser suyo, para convertirse en aquel rubio de ojos azules, que ya no se encontraba conmigo.

Las salidas con Erick eran tan sin sustancia, que radicaban en citas de cine, restaurantes u antros, donde el solo decía:

- Mira esa chica me está mirando, y esa otra y esa y también la otra…

Y hasta ese hombre y esa niña... Y el insecto que pasa.

-¿Sabes por qué?...

Porque estas saliendo con el hombre más ridículamente hermoso de la toda la tierra, a quienes todos desean y se soltaba riendo.

-Quería estrangularlo, pero me había cansado de saltar de cita en cita…

Que decidí soportar nuestra relación informal, donde su ácido humor lleno de egolatría siempre prevalecía

Mientras recordaba aquel rubio sencillo, con su enorme sonrisa… Tan respetuoso y guapo que siempre hacia todo lo que yo le pedía.

Me perdía en momentos, como me perdía con mi ex cuando la monotonía nos llegó.

Luego de 2 meses de relación informal, llego el momento deseado, pues probaría que era estar en los brazos de aquel hermoso Erick.

Estaba tan contenta, pensando que el sexo con ese monumento remplazarían por completo, los demonios de mi pareja.

Solo que una verdad paralizante me ataco… Erick era pésimo en la cama.

No, no tenía mal cuerpo, ni era de malas proporciones.

Solo no duraba.

Quede impactada, mientras el me abrazaba y decía:

- Lo sé, has tenido el sexo más maravilloso de tu vida…

¿Sabes por qué?

-Porque soy ridículamente hermoso y reía.

En esos momentos yo no sabía si reír o llorar.

Decidí que era momento de dejar de frecuentarlo, estaba cansada de su humor ególatra, de su mal sexo.

De su forma de decirme siempre cuantas mujeres, hombres, adolescentes, niñas, perros, gatos o insectos lo veían.

Pero algo me detenía, aguante otro año entero con mi compañero.

Y descubrí con el tiempo como dejamos de ser una pareja informal, para convertirse en algo serio.

Él al parecer había dejado de estar disponible con otras mujeres para quedarse conmigo.

Cada día me sorprendía mas, pues hasta el sexo había mejorado.

Y yo no entendía por qué seguía en esa relación, si a un con todo sus cambios y formalidad.

No lo amaba.

Luego me reía por dentro, para decirme claro que no debo sentirme mal… Erick, está mintiendo y esto sigue siendo informal.

El tiempo pasaba y el me mostraba sus debilidades.

Descubrí que después de todo, no solo era un idiota con belleza como siempre lo había creído.

Si era hermoso, pero también vulnerable.

Su egolatría la dejo…

Las salidas comenzaron a ser diferentes…

El hombre ya no chisteaba con los ojos externos que lo seducían.

Comencé a saber de sus gustos y justo cuando conocería a su familia…Decidí dejarlo.

Ya no lo soportaba…

Aquel ex amor mío siempre estuvo entre los dos.

Escupiéndole a Erick, la perfección.

Si, Erick era guapo, pero no perfecto como lo era aquel rubio en la totalidad de su ser externo e interno.

Que aunque nos hundimos en la monotonía, era perfecto, siempre perfecto.

Lo corte…

Y lo corte en su auto, luego de un día genial…

Donde el fantasma de mi ex seguía presente.

El me miraba y yo…

No soporte…

Erick dijo:

-Ya sé que no me amas Liliana, pero yo te adoro.

Ahí explote, contestándole…

-Sí, no está funcionando Erick… Se supone que me harías olvidar a mi ex y no lo has movido ni tantito.

El abrió los ojos con esa sorpresa, con ese impacto que te grita que has roto un corazón.

Erick no supo que contestar, tenía muchas dudas las veía en sus ojos.

Yo proseguí…

-Perdón Erick, pero ya no podía seguir mintiéndome, ni mintiéndote además no juegues, tu eres un mujeriego ególatra que no vas ha cambiar nunca.

El trago su dolor y contesto tristemente tienes razón.

Me fui de ahí…

Dispuesta acabar con mi angustia de cuatro años…

Le hablaría a mi ex pareja, a ese rubio que extrañaba tanto.

Sin importarme verme mal…

Mientras buscaba en mi libreta su número…

Me encontré con una historia que me recordó a la relación con mi ex….

Terminando esa, encontré otra y otra…

Luego revise otros cuadernos y había mas…

Lo tire derramando lagrimas…

Y recordé el verdadero final…

Mi amor, mi novio perfecto, ese hombre que se lo trago la monotonía…

-No existía…

- Solo estaba en mi cabeza, en millones o billones de historias en cuadernos.

Y nuestra relación no la termino la monotonía, la termino mi cansancio a una adoración que no existía.

A algo tan perfecto que nunca existiría en un hombre real.

Al siguiente día llegue al trabajo y vi ligando al que ahora era mi ex…

Ese Erick.

Reí por dentro…

Luego recibí una llamada que me alegro la vida.

Era del único hombre perfecto que jamás existiría.



FIN


Historia creación de Cecy Gutiérrez, todos los derechos reservados.


Imágenes 

tomadas de la red.

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