viernes, 27 de marzo de 2015

Sentencias de Humo: Melancolía.


Hola, nuevamente aquí trayéndoles el siguiente capítulo de la historia ficticia que cree Sentencias de Humo.


Ya antes había publicado un fragmento de ella, pero no la subí completa, ahora la publicare toda.

No sin antes avisarle que la historia es un poco trágica y de ratos violenta, para que no tenga la mente cerrada o no la lea si no le agrada este estilo.

Aunque el siguiente capítulo es muy calmado, si desean leer los anteriores capítulos que he subido, pueden pulsar el siguiente link. Sin ya nada que añadir, me despido esperando le agrade a alguien, cuídense, ciao:D



MELANCOLÍA.



Escribo los pasos que me llevan a la nada, me deslizo hacia la oscuridad… 

“Hacia la quebrantadora melancolía donde siempre he habitado”…

Un hombre objeto, un hombre sin un camino, sin un sentido… Samuel, me digo a mi mismo: ¡Dios me ha maldecido!

Me dio la vida que yo no le pedí, culpo a mis padres pues aquí no puede existir un dios.

Y si existe, nos abandonó…

Busco la alegría, pero para nada sirvo…

Podría cortarme las venas, derramar mi sangre… Comportarme como un adolescente emo ¿y de que me serviría?...

Es curioso como las enfermedades mentales, la poca tolerancia que algunas personas vulnerables o débiles tenemos hacia nuestro entorno, es sinónimo de burla… De tribus urbanas, para sentenciar a las nuevas generaciones, hacerlos caer en la cobardía, para jugar con nuestras mentes.

Exacto, esa es la palabra correcta: ¡Samuel es un cobarde!...

Excusas, siempre hayo excusas para no salir de aquí, de este lugar oscuro que habita mi propia mente, que alimenta mis demonios y que no quiere conocer más humanos, más existencia…

Anoche acabe con la esperanza… Regreso la realidad, no aquí no hay un sentido, todo eso que nos han dicho de que cada persona está destinada para un fin, para ayudar a alguien es una estupidez que se inventó un hombre positivo… ¡Otro hipócrita!

Esa verdad la sé desde hace tiempo, a veces me inunda y ahora a media noche llego nuevamente para sofocarme, para enturbiar mi mente y que grite de coraje, de sin razón, de tristeza siempre presente.

Todos mis conocidos, mi familia, lo que abunda son tan extraños para mí.

¡Mis amores!… Nadie, ha podido arrancar los cálidos brazos de la melancolía donde habito… ¡No, señor, no es soledad!

Es una mezcla entre el purpura y el color negro que no puedo arrancar…

Las horas se consumen en mi insomnio…

No he logrado nada, solo mil quejas a mi persona por no ser alguien a mi edad, por no ser perfecto, por no encontrar algo…

Y si lo encontré abandonarlo…

Lose, mis ex amores dirán que yo perdí la compostura por ellas, que estoy tan perdido por ellas…

Nuevamente, no señor, yo estoy perdido desde que toque el piso de este maldito mundo.

Finjo una conversación conmigo mismo simulando lo que otros dirían a mis palabras:

-¡Pero lo tienes todo!… ¿Qué te falta?...

¿Qué te duele?...

¿Qué es lo que quieres?...

-Se puede obtener algo de esta sociedad, si todos son conceptos, si todo es una ridícula comedia, una mentira, solo los ingenuos la creen.

Aquí no hay nada, solo métodos poco ortodoxos que se inventaron las bestias humanas, para aniquilar el tiempo que se consume sin ningún sentido…

¿Yo soy el anormal? ¿O no señor?, digo por eso estoy aquí encerrado…

Usted está tratando mi bipolaridad, mi esquizofrenia… Mis mil síntomas que se resumen en locura.

Cuantos medicamentos tomare hoy para olvidar, para calmar mi mente…

Si no hay nada señor, yo lose…

Pero a veces me deslizo a otros mundo mejores que este, donde todo lo que quiero está presente sin hacer tanto teatro barato, esos conceptos son reales y sabe que no me importa…

Por qué nuevamente viajo a otro mundo donde no existe nada y mis sentimientos resurgen, la melancolía vuelve.

Es el exceso de tiempo… Por eso todos tenemos que hacer algo, porque el pensar en exceso, desenchufa los tornillos de la cabeza y hace que explote.

Hay preguntas que no se puede responder y sin embargo ya conteste.

Sabe pronto saldré de aquí, todo se acabara…

Aquel doctor me mira y pregunta: ¿Que harás ahora Samuel, otro intento de suicidio?...

- No, eso ya lo deje atrás. Ayer leí un libro y ahí encontré la verdad.

- ¿Me podrías decir que es lo que harás?

- Voy a ser un robot, como los otros…

¡Voy a ser un hipócrita!… Y besare labios que no siento, trabajare en eso que no me gusta, hablare con gente hipócrita, la saludare, voy a fingir normalidad, seré una maquina trabajadora todas las semanas y los fines de semana reviviré un poco, para hundirme en otra evasión, en otro idiota vicio.

¡Todo está bien aquí!... Todo está bien, a la gente que quiera jugar conmigo la entenderé y perdonare.

No soy el único enfermo, tengo que entender que ellos también han perdido la compostura, y se divierten aniquilando a otros y nada, nada es malo.

¡No hay malo!... Voy a seguir un fin, cualquier estúpido fin, total somos un grano de arena en este mundo, el sentido lo da uno… Por las noches doctor después de ser un gran hipócrita, me dedicare a cazar gente.

Nadie me juzgara, si me suicido o asesino a otros, no importa… Importara para la pequeña raza donde habito si es que lo notan, pero no para los multiversos, para todo lo que existe: ¡no somos nada!

Nuestra vida, nuestra muerte pasara desapercibida, es algo que no importa, ¿entonces por qué tanto drama doctor?, ¿porque he vivido con tanto maldito drama?

Ellos lo sabían, todos esos que me dañaron lo sabían, pero querían que lo aprendiera solo…

Ahora lose, ¡ahora soy libre!…

Y para ellos fingiré normalidad, para sobrevivir en la jungla humana.

Y de repente como una bestia los aniquilare uno por uno, los asesinare a todos, doctor...

Y mi tristeza, mi melancolía, mi estupidez de estar siempre postrado en este manicomio se acabara.

-“No es la idea más brillante que ha escuchado”…

En ese libro que leí decía que todos éramos uno doctor, todos somos la misma persona, así que esos espejismo míos que detesto tanto, toda esa gente que dicen que es yo y no me gusta la aniquilare, le cortare la cabeza, le arrancare el corazón…

-Hahahaha ¿Por qué habría de sentir culpa señor?

Es una versión de mí que no me gusta, voy a limpiar al mundo…

Necesito derramar su sangre, creo que es ahí donde se encuentra mi felicidad doctor.

Ese será mi fin, ese es mi nuevo objetivo como un perro que aniquila gatos de toda una colonia, yo haré lo mismo… Y tal vez en el proceso un ingenuo justiciero, querrá acabar conmigo por hacer algo tan cruel…

-Y le diré señor… Yo le diré que no tiene importancia, que solo cumplía mi objetivo… ¡Que él es yo y yo soy el!...

-Que no existe la justicia y que se deje de tanto drama… Entonces el disparara su arma justo aquí doctor…

Samuel se acerca al doctor agarra su mano y toca en medio de su frente…

- Aquí entrara la bala y los mundos se habrán acabado… “Y mi tristeza se habrá terminado para siempre”.

- Y ese hombre pensara que hizo justicia, pero solo hizo resurgir en él un deseo frustrado.

- Volverá a casa, pero en el trayecto encontrara a toda la gente maldita manejando, todos esos espejismos de él, que no le gustan y que ahora podrá ver con claridad, luego de yo hacerle ver la realidad, entonces comprenderá…

¡Justicia, aquí no existe la justicia!…. Yo solo mate a un guerrero, a mi otro yo que aniquilaba la inmundicia humana, que estúpido he sido.
El doctor me mira extrañado, como un bicho raro y me dice:

- No saldrás Samuel.

Creo que ya antes te había dicho que esto no es un manicomio, es una cárcel…

Solo vine a traerte tu comida y nuevamente me haces ver que tú no necesitas la cárcel, si no las dos cosas.

Me pregunto cuándo sentirás culpa por matar a toda esa gente inocente…

Tristeza es bueno que sientas tristeza, luego de arrancar tantas vidas: ¿no lo crees?... Yo no soy un doctor, soy un guardia.

-Samuel le grita al guardia: Eres un corrupto, un hipócrita, otro monstruo con máscara de ángel que se ha tragado un cuento barato, ¡perversos conceptos!…

Yo no los asesine, se asesinaban a ellos mismos, al ensuciar al mundo…

¿Alguna vez los investigaste? ¿Los investigaron?...

Sabes porque estoy aquí cabrón, porque a tu gente no le gusta la verdadera justicia. ¡Esa que tanto alaban!

¡Porque a tu masa le gusta nadar en su asquerosa mierda!

¿Dime donde esta Lilia?, ¿dime dónde está mi amor?

El guardia, se voltea:

Se ríe y le dice:

¡No, lo recuerdas imbécil loco!… ¡No recuerdas que la mataste!...

¿Esa es tu justicia?... ¡No se supone que la amabas!…

¡No se supone que la cuidarías!…

Ahora húndete en tu melancolía, en tus mundos de saber que nunca serás nada…

Solo otro humano del montón, otro cobarde, otro maldito que se consume en la perversa vida y que prefirió irse por el lado oscuro lleno de toxico humo…


FIN



Posdata: Si desean leer la pasada historia para entenderla historia, pulsa este link.





Historia creación de Cecy Gutiérrez, todos los derechos reservados.

No hay comentarios: