lunes, 31 de marzo de 2014

The end.



Hola, nuevamente aquí, esta vez les traigo una nueva historia he estado muy inspirada, demasiadas epifanías vienen a mi cabeza. Espero les agrade, cuídense, ciao:D



El furby.
Un furby morado fue arrojado a un bosque…

Una loba pasa cerca de él, sintiendo aversión hacia horrible juguete.

La loba paso de lado, al llegar a su guarida siente culpa y ganas de volver por aquel solitario juguete redondo, de hermoso rostro,con ojos tiernos y saltones… Que creia se asemejaban a los de ella. 

La loba se había alejado de su manada y veía semejanza en cualquier ser solitario…
 


¡Volvió por el!… Saco al furby del lodo y lo lavo…

El furby comenzó hablar, alardear... No hacía otra cosa que hablar de sí mismo, de lo maravilloso que era, de lo bueno y necesario que era para todas las hembras, para todos los animales y humanos.

La loba no quería callarlo, no quería lastimarlo, no quería hacerle ver la realidad…


Él estaba igual que ella… Se decía que a veces hay que dejar que las personas, animales o juguetes se pierdan en sus propias fantasías, eso no era pecado…
 
El furby con el paso de los días resultaba ser tedioso…

Si era un juguete con un rostro muy bonito… Si sus ojos te hipnotizaban, pero su carácter era monstruoso…

Quería quitarle la libertad a esa loba que huyo de su manada, para no seguir parámetros…

La culpaba por extraviarse en irracionalidades, donde él también se perdía, al creerse poderoso y ser un juguete abandonado.


La loba de ratos quería sacarlo toda la felpa que tenía adentro, destrozarlo y jugar con sus restos, pero un sentimiento irracional se presentó en ella comenzó a sentir amor por el furby morado.
 
No era un verdadero amor, era agradecimiento por sacarle de su cabeza a otro cretino lobo que era igual o peor de egocéntrico que el furby, era un lobo del montón.

Por las noches el furby morado trasmitía un ronroneo o canto similar al de un gato o una golondrina, mientras movía su cabeza de un lado a otro tiernamente, para luego quedarse dormido.

La loba quedaba hipnotizada a tan agradable melodía…

Nunca se dio cuenta que usaba pilas, que cantaba para hipnotizarla mientras ella no se daba cuenta…Y que comenzó a creerle todas sus patrañas de que ella era la que estaba mal, la mala de todo… 

En realidad, el furby no era más que una bestia fea, su carita bonita lo salvaba, pero no dejaba de ser un monstruo.

El furby hacia maldades y la culpaba… Decía que ella exageraba y veía cosas, cuando existían los hechos, las pruebas…

Se excusaba en la locura que ella si aceptaba, para atacarla y hacerle creer que estaba mal en todo…

¡Cuando es un hecho que el bosque y el mundo es una jungla de locos que no lo aceptan!

Es curioso como el ser honesto, transparente nunca jugara a tu favor…

Es curioso como el dar amor y ayuda termina por no siempre jugar a tu favor.

Es curioso y a la vez es lo que es… 

La loba comenzó a sentir culpa por ser lo que era, de pronto se vio reflejada en su madre y de un trancazo se voltio hacia el furby, lo miro con un inmenso coraje y una enorme sed de venganza…

Lo agarro de la panza y lo comenzó azotar, a sacarle toda la felpa de un lado a otro…

El furby comenzó a cantar para hipnotizarla, pero esta vez no sirvió, su canto se hizo lento, hasta convertirse en un grito diabólico que finalmente desapareció.

Descubrió que era cierto, que a veces hay gente que te manipula y tú ni cuenta te das…

Que ella juzgaba a su madre con demasiada dureza por caer en tontería, pero era cierto haya fuera existen muchos malditos, sedientos por chuparte la sangre, por aplastarte…

Luego escupió la felpa y con las patas traseras lo enterró en lodo, en ese mismo lodo que una vez le quito… 


FIN
 Historia propiedad de Cecy Gutiérrez y Excéntrica Zona Alterna, todos los derechos reservados. 

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